Vida, muerte y eutanasia
ParaFrankl (1992):
El morir de un hombre, siempre que se trate realmente de su morir, forma, en rigor, parte sustancial de su vivir y cierra su vida como una totalidad de sentido. “[…] enninguna circunstancia se tiene la autoridad para privar a un enfermo condenado a morir de la posibilidad de encontrar “su muerte, de la posibilidad de llenar de sentido su existencia hasta el últimoinstante de ésta” (91). Así mismo refiere que […] el médico no esta para juzgar acerca del valor o carencia de valor de una vida humana. La sociedad humana le encomienda como única misión la deayudar allí donde pueda hacerlo y la de mitigar los dolores del que sufre en los casos en que pueda; la de curar, cuando le sea posible, y la de cuidar a los enfermos, si no consigue curarlos.Siempre que el destino pone a una persona todavía con vida en manos del médico, no cabe duda de que este tiene que obrar como tal, sin que pueda en ningún caso, ni bajo ningún concepto, erigirse enjuez, o mejor dicho, en árbitro llamado a decidir con arreglo a su parecer ideológico-personal, o sin criterio alguno, arbitrariamente, acerca del ser o no ser de otro hombre”. (94).
Propone comoobjetivo de la logoterapia: Vencer la desesperación a la que muchas veces se enfrenta el hombre ante el vacío, soledad, frustración, impotencia, desdicha, sufrimiento inevitable, culpa y muerte.
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