Vida Y Cultura En "Las Despedidas" De Alicia Jurado.
Por Guillermo R. Gagliardi.
(I).- Establecemos definitivamente a la escritura Juradiana como evidentemente Femenina. En la forma y el fondo. Los significados, los verbos, los giros idiomáticos.
En las observaciones sobre las tareas y enseres cotidianos, por ejemplo. ALICIA JURADO (1922-1911), encarna por excelencia ala Mujer Intelectual e Integral: lee, estudia, viaja, polemiza si es necesario, y cose, cocina, barre, encomia telas, bordados y alfombras.
Dotada de una especial simpatía humana: detiene su lente en describir rostros, lenguajes, modales, posturas, vestidos, de personajes del pueblo como de los sitios más selectos.
Su Clasicidad le es innata, su precisión verbal, su accionar justo, sucompleto amor por lo verdadero, su culto inclaudicable por la Belleza multiforme: pintura, música, escultura, jardines...
Activísima y ordenada en sus viajes y sus estudios, sus apuntes, su riquísimo “diario”. Cuidadosa en la elaboración y edición de sus obras literarias. Exquisita sentidora de todo lo Vital: flores, aves, voces humanas, instrumentos musicales:
“Hablo siempre de la luz y delcolor; el canto de los pájaros no me
deja, música de fondo de todas las músicas, pero ¿por qué olvidar
los olores?...”.
Aduna su relato con transcripciones de su diario personal, reveladoras y magníficas. Semeja una mujer Griega, hasta en la prestancia de su figura y elegancia de sus vestidos y distinción de sus palabras.
Luminosa e iluminadora, excepcional:
“en la primaverarecién iniciada, rejuvenecida por la dicha, iba por
el monte retozando como un cordero, saltando los troncos caídos,
canturreando, oliendo, tocando, oyendo...”.
Semsibilidad de resplandor helénico, un impresionismo álacre sorprendente. Junto con este bullicioso estado de ánimo, luego trazará su Apología del Silencio, renovador, personalizado, contrapuesto alruido insoportable de la era Global.
(II).- La escritora sabe aunar con total sabiduría el mundo externo y el doméstico. Los juicios más serios y fundados sobre una obra teatral, un concierto, la arquitectura de un palacio, como los menores detalles del hogar familiar, la vajilla, las telas, las visitas, las costumbres comunes, el arreglo de muebles y cortinas, la preparación de platos y lasrecepciones.
“De escuela en escuela, de país en país, de museo en museo, voy
acumulando un tesoro. Aprender, aprender siempre: reconocer,
relacionar, comprender...”.
Así construye su peregrinación humanística.
Experimenta repetidas veces, en su extensa e intensa jornada terrena, distintas y apreciadas “formas de felicidad”: la lectura, la familia, lasamistades, la investigación literaria, los paisajes, su “comunión” con las obras de arte desde las más encumbradas a las populares, los premios, las bibliotecas, las conferencias, etc.. Considera a éstas como “la comunión espiritual con una multitud de desconocidos”, “una forma de felicidad desconocida”: así la distingue, vgr., al recibir el Premio Internacional Americano Alberdi-Sarmiento (‘La Prensa’,1973), “uno de los días más importantes de mi vida”.
Poseía una altísima capacidad de admiración y de conocimiento, de humildad y de dignidad, las más áureas virtudes éticas y supremas calificaciones humanas: bondad, respeto, laboriosidad, humanidad, sentido de la Justicia, nobilísimo concepto y práctica del Civismo.
(III).- Ante lo trágico o lo cómico, de todo contienen nuestras vidas,siempre observa mesura, lógica. Obedece al principio clásico del “meden agan”, el no exceso ni la pasión descontrolada. La conducta recta y racional: estas cualidades configuran su elección moral ante la vida.
La fuerza de voluntad, la energía Hacedora y el placer creativo subrayan sus días y obras. Desenvuelve el carácter como vector indispensable. Por ello su firme personalidad, la marca...
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