Vida
"No nos mezclamos. Ellos se quedan allí y nosotros aquí"Francisco de Asis, habitante de la favelaEl sol del verano paulistano amenaza con quemar a cualquiera que se asome a la calle en la que se construyó el muro que separa una de las favelas más grandes de Brasil -con más de70.000 moradores- de uno de los barrios más acaudalados de São Paulo. Los habitantes de Paraisópolis buscan la sombra, que no llega de los rascacielos pudientes, pegados a lasfachadas de sus casas deslucidas. "No nos mezclamos. Ellos se quedan allí -y hace un gesto con las cejas hacia la edificación ostentosa- y nosotros aquí, simplemente. Yo vivo muy a gustoaquí, ni miro para allá", explica Francisco de Asis Dos Santos sentado a la entrada de su bar sin camisa para lidiar contra los 37 grados que aturden a la ciudad.
Francisco deAsis se muestra ajeno a la diferencia que le separa de sus vecinos. Como si se hubiera acostumbrado a vivir de espaldas a ellos para no hacerse daño. Sin embargo, negar la existencia
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