Videogramas De Una Revolución

"Videogramas de una revolución", (Harun Farocki y Andrei Ujicar, 1992)
He escogido como tema el documental proyectado en clase sobre la revolución rumana que se desencadena en Bucarest a finales de Diciembre de 1989. Creo que es un documento en el que a simple vista podemos encontrar varios ejemplos de lo comentado en clase, pero que al repasarlo observamos como íntegramente el documentalconstituye un dispositivo en sí, cuya artefactualidad queda patente en alguna de sus escenas (que citaré más adelante).

Nos situamos en el 21 de Diciembre de 1989. Por aquel entonces las máquinas de escribir habían sido confiscadas en Rumanía, no así las cámaras de vídeo, las cuales no le parecieron peligrosas al régimen, primer motivo por el cual los directores deciden escoger la herramientaaudiovisual(1). En segundo lugar la escogen por su interés en cuestionar el papel de las imágenes de la época postmoderna, donde las posturas ideológicas se han trasladado a las nuevas tecnologías de la información. Cabe señalar que ninguna imagen fue recogida por Ujika y Farocki sino que ellos se encargaron de recogerlas y montarlas.
La mañana de aquel día el dictador Nicolae Ceaucescu pronuncia undiscurso ante una plaza de Bucarest abarrotada. La televisión del régimen retransmite el acto con normalidad hasta que algo sucede, se oye el grito de una muchedumbre y unos segundos mas tarde se pierde la imagen oficial. Es en este punto en el que el documento de Farocki comienza a coger forma:
Por un lado, a los medios televisados (bajo el control del régimen primero como de los insurgentes alfinal) se unen vídeos particulares o caseros (tanto de la calle como de los propios ciudadanos mirando la televisión mientras ocurre la revolución) que el documental se encarga de diferenciar, permitiéndonos a los espectadores creer en las imágenes: podemos confiar en lo que vemos. Por otro lado sentimos como, mediante el montaje, el director nos empuja a ser críticos con lo que vemos e incluso conel montaje en sí, es decir, lo contrario a lo anteriormente dicho: no podemos confiar en lo que vemos. Nos empuja a desconfiar del propio documental: dirige nuestra mirada hacia técnicas de montaje (2) con cortes, voz en off y textos en fondo negro que interrumpen e interrogan a las imágenes previas; empieza a repetir imágenes desde distintos ángulos, nos muestra como los sujetos ensayan susdiscursos y lo repiten después ante la cámara, etc., logrando (de forma premeditada) que el espectador, al ser testigo de la construcción del vídeo, deje su posición pasiva pasando a ser un participante crítico que se cuestiona lo que ve(3). Propone así una reflexión sobre los medios de comunicación y la forma en la que ejercen el control mediante la producción de la verdad sujeta y subordinada a unasrelaciones de poder al mismo tiempo que mediante la transparencia, nos demuestra que no existe una función de gubernamentalidad en su obra(4). Es en ese punto entre la gubernamentalidad de Foucault (poder) y la producción de la verdad documental (saber) donde existe la documentalidad en la obra(5): nos muestra el propio uso de las formas dominantes de una política de la verdad al mismo tiempo quecritica dichas formas. El seguimiento mediático de la insurgencia popular sirve como muestra para un análisis de los mecanismos de construcción de un discurso audiovisual. La mirada oficial denuncia sus propios artefactos, sus métodos de edición de la imagen adecuados a los intereses y la circunstancia, a las mismas relaciones de poder, generando así unas políticas de la verdad(F).

Parademostrar la importancia del medio audiovisual y por tanto, también de la televisión, en el documental se nos muestran varias imágenes que escenifican este poder. Desde el principio del vídeo se demuestra el temor a grabar por parte de los ciudadanos que normalmente lo hacen escondidos o refugiados en azoteas o tras las ventanas de su hogar. Una voz en off nos lo confirma. Los primeros vídeos captados...