Vidrio en roma

Al crearse la gran unidad política del imperio romano con la dominación de
Egipto y Siria a mediados el siglo I a.C., comenzaron a llegar a la metrópoli
artesanos vidrieros orientales procedentesde los centros de Alejandría y de
Sidón, que establecieron en Italia los primeros talleres de fabricación de vidrio.

El vidrio soplado no empezó a trabajarse allí hasta el año 20 de nuestra era;pero desde ese momento, la artesanía vidriera alcanzó en el pueblo romano
una expansión que hasta entonces no había conocido en ningún otro lugar. Los
conocimientos heredados de los vidrierosorientales inmigrados, la maestría
con que llegaron a dominar la técnica del soplado del vidrio, el espíritu
pragmático característico de los romanos y la potencia económica de su
imperio, fueronfactores determinantes de esa gran expansión de los productos
de vidrio y de su consiguiente repercusión social. La fabricación en serie de
recipientes de vidrio permitió que éstos perdieran el antiguocarácter suntuario
que habían tenido en pueblos anteriores y adquirieran un nuevo valor utilitario.

El vidrio se convierte en un producto de consumo, pasando de ser privativo de
reducidasminorías privilegiadas a ponerse al alcance de un amplio espectro
social. Más tarde llegaría incluso a ser considerado para algunas aplicaciones
un producto de uso vulgar y hasta un signo de pobreza.Hacia el año 220 d.C. había aumentado de tal manera el número de hornos
para fusión de vidrio, que el emperador Alejandro Severo ordenó, como medida
de seguridad en prevención de posiblesincendios, al igual que sucederá diez
siglos más tarde en Venecia, que toda las vidrierías se trasladaran al Monte
Coeli, en las afueras de la ciudad, al mismo tiempo que les aplicó un impuesto
especial.El vidrio coloreado había ido perdiendo la desmesurada importancia que había
tenido en épocas anteriores, por lo que desde el primer momento la producción
de los vidrieros romanos se orientó...