vihuela

MÚSICA ANTIGUA

CIFRAS, TRIPAS
Y VIHUELAS
FULGOR Y DESAPARICIÓN DEL INSTRUMENTO IBÉRICO MÁS POPULAR
DEL SIGLO XVI
“[es] mejor la música de la vihuela que la de las flautas, porque con la vihuela no se pierde la habla
ni la figura del rostro como con las flautas la pierden los que las tañen, y esto en tanta manera
que apenas son de sus amigos quando están tañiendo conocidos”.
Textos: JosemiLorenzo Arribas

C

uriosa la defensa de la vihuela
que hacía el tañedor y compositor Alonso Mudarra, poniendo
en boca de Alcibíades una antigua tradición griega, la que contraponía la música
de cuerda a la de viento. La dignidad de
la vihuela se demostraba en que no descomponía el gesto y se podía cantar y tañer al mismo tiempo. Pero ¿cuál era este
instrumento tan versátil, que cumplióen
el s. XVI el papel que tres centurias más
tarde monopolizaría el piano? El año 2010
nos ofrece una buena coartada para tratar de la vihuela, al poderse celebrar varios
V Centenarios. En este año se dice que
nacieron Alonso Mudarra y Diego Pisador, dos reconocidos compositores para
este instrumento. En torno a esta fecha
vienen al mundo Luis Venegas de Henestrosa, compilador de un libroque recogía
música para este instrumento, para arpa y
para tecla, que entre otros autores, antologaba a Antonio de Cabezón, también
nacido en 1510, y Diego Ortiz, también
vinculado con el instrumento... Quien conozca la vihuela bien sabrá que no hacen
falta excusas. Expliquemos el porqué.
Once cuerdas de tripa anudadas en un
clavijero, dispuestas en seis órdenes sobre
un bastidor, y con unacaja de resonancia
para ampliar su íntimo sonido: eso es una

Vihuela castellana de
seis órdenes del Museo
Jacquemart-André de
París. (Fotografía: Carlos
González. Agradecemos
a este autor la gentileza
en la cesión de dos de
sus fotografías para
ilustrar este artículo). P.
79: Tablatura procedente
de Orphénica Lyra, de
Fuenllana (1554, fol.
xiii). En rojo se marca la
línea decanto, en este
caso de obras de Cristóbal
de Morales.

vihuela. El problema es que apenas se ha
conservado ninguna de época. Mejor dicho, se conservan cuatro vihuelas en otros
tantos museos, más famosas por su rareza
organológica, que no por su buena factura. La primera se custodia en el Museo
Jacquemart-André de París. De seis órdenes, es un ejemplar extraño, desproporcio-

nado y bastanterudo, seguramente procedente de la Península Ibérica, quizá de
un luthier toledano del siglo XVI, y lleva
grabada una inscripción: “Guadalupe”. De
reciente identificación, y también en París
(Museo de Instrumentos del Conservatorio Nacional de Música y Danza) es la
conocida con su fría signatura (E.0748).

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Se presupone construida en Portugal o
España en la segunda mitad del s. XVI.
La segunda es una vihuela de cinco órdenes, construida por el violero portugués
Belchior Dias en 1581, y conservada en el
Royal College of Music de Londres. La
última es la vihuela que se dice perteneció
a la santa peruana Mariana de Jesús (se
custodia en laiglesia quiteña de la Compañía de Jesús), un instrumento de inusuales proporciones construido a principios
del XVII, tosco igualmente, que muestra
la rápida expansión por América del cordófono hispano.

¿Por qué no se conservan más ejemplares del instrumento más popular del siglo XVI en la Penínula Ibérica? ¿Por qué
tan pocas representaciones iconográficas?
Esta pregunta se ha reformulado en lasdécadas pasadas como el “misterio de la
vihuela”, porque aparentemente no había
ninguna explicación que diera respuesta a
dicha pregunta. Se decía que era como si
dentro de 500 años no quedase en España una sola guitarra del siglo XX. A falta
de instrumentario original para contrastar,
los modernos violeros (vocablo que remite
al del siglo XVI, viola/vihuela, tristemen-

CRONOLOGÍA
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