Villas Miserias

Villas miserias




Materia: Salud Pública
Instituto: I.S.F.D.y T. N° 26. Dolores.
Profesor: Santos Bonfantin
Fecha de entrega: 2- 11- 11
Integrantes: Bertoglio Natalia
Uribe Eliana

Salud Pública
Villas miserias

La ciudad y la igualdad.
El fenómeno urbano constituye uno de losprocesos sociales de mayor complejidad. Puede asumirse la posición que ve al fenómeno urbano como todo proceso humano y civilizador, caracterizado por su manera de presentarse y por la interminable cantidad de elementos que intervienen en su composición. Puede también ser abordado con posibilidades de entendimiento.
Lo que estamos tratando de explicar, es que son acontecimientos humanos que adoptarán,sin duda, actitudes y posiciones ideologías que serán el soporte que pueda eludir dichas dudas e inseguridades.
El hombre es el actor fundamental, y resulta lógico que tengamos tantas posibilidades de discrepancia, tantas perspectivas de enojo y tantas situaciones de conflictos; ya que siempre que se habla del hombre, aparece la alternativa del conflicto, de las contradicciones y de la diversidadde interpretaciones.
El perfil de sus componentes y entender en parte los mecanismos de integración, desintegración, marginalidad, armonía, anomia, contradicción, alineación, etc., integran el proceso urbano que se genera dentro de sí.
La revolución urbana requiere el conocimiento descriptivo de sus componentes, pero más allá del hallazgo se impone el entendimiento analítico de cada uno dedichos componentes, que permita reconocer el fenómeno, interpretarlo y hasta deducirlo.
En ese conflicto entre la urbanización y la vida rural, se injertan muchas de las contradicciones que tenemos que reconocer y buena parte de las razones antagónicas que parecen alentar posiciones políticas, filosóficas y aun cotidianas.
El campo ha significado la pureza, la salud, la limpieza, mientras que laurbanización ha permitido el crecimiento de la sordidez, la contaminación ambiental, la enfermedad social, física y mental, mostrando al desnudo la situación conflictiva de la que venimos hablando. Lo cierto, es que el fenómeno de la urbanización ha acrecentado las perspectivas que sobre el individuo, la familia e inclusive la multitud, puede ejercer el ambiente y de esa forma contradecir las fuerzasdestructoras que tan apocalípticamente siguen siendo enunciadas por los que todavía aspiran al regreso de las formas campestres de una infancia de la civilización.
Además, resulta claro que el campo, no tiene perspectivas de consolidarse ni aun de persistir saludable. Constituye unos de los eslabones más débiles de la cadena de la producción, porque sus consumidores están agrupados en la ciudad yallí se dictan las reglas del juego.
El campo tiene una dependencia del fenómeno urbano, pero asimismo constituye una constante dentro del esquema integrador de la ubicación sociopolítica y aun histórica de nuestra civilización.
La ciudad, al crecer, al aumentar su potencia y su riqueza, no podría seguir aumentando de peso y capacidad sin el auxilio inseparable de las fuerzas rurales que leseguirán nutriendo y contradiciendo, como una de las formas evidentes que tiene el proceso social de empujar al acontecimiento de los tiempo nuevos.
Con todo esto comprendemos el sentido integrador de ambas situaciones, sin desconocer que el campo inscribe en el ámbito ciudadano y ello ha permitido el crecimiento casi incontenible de las ciudades que representa el signo característico, dominante, denuestra era.
Pero este crecimiento también muestras contradicciones, la constante de su existencia repetida en cada conflicto y en cada alternativa dolorosa de su realidad, ese crecimiento que aparece como deformante, complejo, enormemente conflictivo, con grandes probabilidades de estallar, de riqueza, de capacidades políticas, sociales y aun culturales. Es que allí esta el signo del tiempo...