Violencia domstica cortar el crculo vicioso La violencia es un circuito con leyes propias. Entramos en ese circuito desde el mismo instante en que nacemos en el seno de una familia violenta. Aunquetendramos que dejar en claro que no nos referimos solamente a la violencia visible, la que se manifiesta a travs de los golpes, gritos o amenazas, sino tambin a la invisible, la violencia deldesamparo, del abandono, de la falta de mirada o sostn. Muchos de nosotros provenimos de familias donde lo que nos suceda no era muy tomado en cuenta, y donde la educacin estaba basada en conceptosautoritarios y rgidos. Incluso si no hubo golpes o gritos, podemos haber vivido innumerables situaciones de soledad, donde nuestra alma infantil, nuestras percepciones o aoranzas quedaban muy lejos del mundode los dems. Partiendo de esa realidad, hemos construido modalidades de supervivencia. A veces obligando a los otros a someterse a nuestros deseos o necesidades, identificndonos con alguno de nuestrospadres. As nos calzamos el personaje del victimario, relacionndonos con el otro slo si se hace lo que supuestamente queremos. Otras veces adoptamos el personaje complementario, relegando todo lovalioso que hay en nuestro interior en beneficio del deseo o la necesidad del otro. Es decir, nos calzamos el traje de vctima. Desde all, parece que slo existimos en la medida en que el otro nos humilla,nos descalifica o nos desprecia. No importa si nos hemos investido de uno u otro personaje, porque somos dos caras de la misma moneda. Provenimos ambos de historias de abuso emocional, de desiertosafectivos y desamor. Estamos carentes y desesperadamente necesitados, pero lo manifestamos de formas diferentes. Por otra parte, no podemos vivir uno sin el otro, porque en el fondo nos comprendemos. Esaes la trampa cuando abordamos el problema de la violencia domstica, generalmente manifestada entre el varn victimario y la mujer vctima. El problema no pasa por lograr que la mujer se salve de las...
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