Violencia Intrafamiliar: Sin Victimas Ni Victimarios

Violencia Intrafamiliar: sin víctimas ni victimarios, una mirada desde la Pedagogía Sistémica (Experiencia piloto)
En este apartado presentamos el encuentro, experiencia y reflexión de cuatro mujeres participantes del Diplomado de Pedagogía Sistémica, desde una pregunta particular: ¿Cuál podría ser el aporte de la misma cuando trabajamos situaciones de violencia intrafamiliar 4? ¿Quépuede aportar la pedagogía sistémica a esta problemática? Tema de interés vital y profesional para las autoras, y problema relevante, tanto a nivel local como global
Las herramientas que ofrece la Pedagogía Sistémica pueden construir nuevos paradigmas y formas de encuentro entre hombres y mujeres, en un entretejido que reformule su convivencia para una felicidad que permanezca,, como lo planteaBert Hellinger en la obra que lleva éste título y, cuyo trabajo de constelaciones familiares, es soporte estructural de la metodología integrada por Angélica Olvera al presentar al mundo este nuevo modelo. Si bien la Pedagogía Sistémica tuvo su inicio en los espacios escolares, quienes hemos trabajado comunitaria y terapéuticamente sabemos que el arte de enseñar atraviesa muchos otros espacios dela vida, aprendemos cotidianamente de nuestros semejantes, de nosotros mismos y de igual manera nos constituimos en modelos que enseñan a otros en el diario vivir. Por esto consideramos que la Pedagogía Sistémica puede hacer aportes para encarar la violencia intrafamiliar, ya que nos ayuda a construir una mirada más amplia para observar los órdenes que rigen las relaciones dentro de lossistemas familiares, educativos y sociales, y nos brinda herramientas para proponer dentro de estos sistemas experiencias que permitan ampliar la conciencia sobre sus ordenamientos actuales y la posibilidad de restaurarlos para construir un presente y un futuro mejor.
Pensamos que la transgresión de los órdenes puede generar patrones relacionales que coadyuvan la violencia intrafamiliar, en la medidaen que, dentro del sistema, sus miembros pierden los parámetros que delimitan y cuidan las interacciones con los otros, ya que estos parámetros actúan como una especie de muros de contención que canalizan el espacio de crecimiento y desarrollo de cada uno de los miembros del sistema.
Escogimos trabajar con mujeres porque según las estadísticas casi en un 85% quien sufre y denuncia este tipo deeventos son mujeres. Dicha situación podría estar asociada a la forma como actualmente están configuradas las familias y parejas, a las creencias construidas social y culturalmente de lo que implica ser hombre, mujer, pareja, familia, entre otros y, que construyen en gran medida nuestra subjetividad y nuestras formas de relacionarnos, y a la afectación de los órdenes sistémicos que están implicadosen la familia y la sociedad. Por otro lado nos interesó trabajar con mujeres porque en nuestro país sigue siendo en mayor medida la mujer la responsable del cuidado de los hijos y por ende, allí estaría el mayor efecto transformador para las siguientes generaciones si tomamos al cuidador primario como el más importante agente educador.
Brevemente la intervención la hicimos en tres talleres decuatro horas cada uno, los cuales se centraron fundamentalmente en trabajar sobre los tres órdenes del amor haciendo énfasis en dos aspectos: La importancia de reconocer el lugar de los padres y ancestros en el sistema y en el corazón y, la necesidad de que cada uno de los miembros del sistema actual ocupe el lugar que le corresponde para que el sistema recobre su orden.
El primer taller lollamamos: “Honrando mi vida”, bajo la premisa de que cada persona debe honrar su vida, partiendo de su historia para que desde allí pueda verse a sí misma y asentir sus circunstancias, develando sus imaginarios acerca de su composición familiar de origen, sus creencias frente a ser mujer y ser hombre, que acciones o actividades de ello se derivan y cuál su visión de ser pareja y tener una familia....