Violencia Obst Trica

Violencia Obstétrica

Mi corazón saborea lo amargo a la hora de recordar mi parto. Tuve un embarazo que fue muy buscado desde el principio, buscado durante dos años. Un embarazo sano, absolutamente ningún problema durante los nueve meses.

A mis treinta y dos semanas, a las nueve y media am. Pierdo mi tapón mucoso. Absoluta felicidad, mi bebé iba a nacer. Las contracciones empezaron. Cada veinteo treinta minutos, irregulares. Sabía que no había necesidad de ir aún a maternidad, había hecho un curso de preparto donde me lo explicaron.

A eso de las seis pm. Las contracciones se hacen regulares cada quince minutos más o menos. Totalmente tolerables, las pasaba en soledad con mi marido, música, conectándome con mi bebé. Seguimos y las contracciones eran cada vez más seguidas. Cada diez,cada cinco, cada tres minutos.

Cada tres minutos a las tres de la mañana del 9 de enero, ida al hospital de la zona (Hospital San Juan de Dios). Ingreso en la maternidad, contenta, feliz, con el corazón explotando de alegría: El día que había creado imaginariamente en mi cabeza, al fin estaba sucediendo.

Una enfermera al verme entrar del brazo de mi marido, deteniendo mis pasos con cadacontracción pero aun así sonriendo dice: ‘’Mírala, está muy contenta para tener contracciones.’’, dirigido a mi mamá que ya estaba en la maternidad de hacía quince minutos.

Me mandan a ‘’Sala de dilatación’’, me quedo caminando. Llega la obstetra de guardia, me hace unas preguntas, y me dice: ‘’Vamos a hacer un tacto a ver como estamos’’ Ningún problema de mi parte. Pero, me molestó la advertencia de ‘’Teva a molestar y doler, pero es necesario’’ Dolió.

Me dijo que estaba de casi seis cm. Yo me pongo contenta, porque pensé que aún faltaría más. Y su respuesta fue ‘’Bueno, pero espera que de acá a una hora te reviso de nuevo a ver como vas, porque las contracciones son flojitas.’’

A los quince minutos me viene a revisar, y me dice que me recueste, que tacto otra vez. ‘’Casi seis y medio, tirando asiete’’. Bueno, sí está bien si consideramos el tiempo que pasó. Pero me dijo que ‘’No, vamos a poner unas ampollitas que van a acelerar un poquito el tema, vas muy lenta mami, las contracciones son flojitas, no sirven’’. Tampoco en ningún momento me dijeron que era lo que me ponían. Todo lo hacían en silencio.

Durante esas dos horas, tacto cada treinta minutos a pesar de mi negación.

Sietecentímetros nada más. Yo pedía a gritos que basta de goteo, que las contracciones eran muy fuertes.

Casi dos horas más ahí, con la negativa de todos, entraban, tacto, silencio, escuchaban el corazón de la bebé, se iban sin decir nada.

Eran las nueve de la mañana, las contracciones eran fuertísimas. Entran dos obstetras distintas esta vez, con un practicante sin mi consentimiento.

Mientras mehacían unos tactos excesivamente dolorosos, le explicaban algo al practicante, no sé muy bien qué. Lo único que sé es que enseñaban con mi vagina provocándome dolor. Lo único que sé es que en ese momento me sentí violada.

‘’Bueno mami, ahora vamos a romper bolsa sabes bichi?’’ NO, me negué por completo.

Sabía muy bien que era lo último de energía que nos quedaba a mi bebé y a mi, no quería que mesacaran eso. La miré a mi mamá que estaba a mi lado y le dije ‘’Deciles que no quiero, no me escuchan’’. Y les dijo. Pero sin escucha, sacaron ese ganchito, y haciendo tacto forzoso rompieron bolsa. El líquido salió verde, no nos explicaron más que ‘’Es líquido amniótico, es así’’. De muy mala manera. Con la bolsa rota, dilate ocho centímetros, y de forma casi irónica me dijo la obstetra que estabahaciéndome tacto (no entendí por qué el tacto era tan largo y no retiraba su mano de mi vagina), ‘’Viste? , rompimos bolsa y llegamos a ocho centímetros, ahora hay que llegar a diez bichi.’’ Sí, me acuerdo de cada ‘’Mami, bichi, gordi’’ que me dijeron, me hacían sentir una nena que no entendía nada, absolutamente nada. Y dijeron la frase que me hizo sentir miedo, ‘’Ahora vamos a ayudarte a...