Violencia, Paisaje y Declive, Como Protagonistas Entre El Contexto Urbano y El Rural En La Novela“Los Pazos De Ulloa” De Emilio Pardo Bazán.
la novela“Los Pazos de Ulloa” de Emilio Pardo Bazán.
En la obra “Los Pazos de Ulloa” de Emilio Pardo Bazán, publicada en 1886, pueden verse solapadas distintas corrientes literarias, derivadas de sus diversas influencias. Si por un lado sigue los preceptos del naturalismo de EmileZola, como el dato físico para la caracterización de los personajes en referencia a su temperamento, estos son también suavizados por la escritora, que además incluye elementos románticos de tinte gótico, elementos costumbristas y realistas[1]. Esto no impide la creación de un ambiente tétrico, en desorden, salvaje e instintivo en oposición a los que a él llegan.
El presente estudio pretendepresentar cómo se configuran desenlaces de violencia dentro de los Pazos de Ulloa en relación a la dialéctica entre la ciudad y la aldea. El paisaje rural gallego en el que se enclava la casa solariega y en ruinas de Don Pedro Moscoso, supuesto marques de Ulloa y agente de la violencia doméstica, es el lugar donde la violencia se desata e inscribe. Esta se deriva de una exacerbación de los instintos,del desorden, la decadencia de una nobleza cuestionada, la naturaleza salvaje, lo esotérico y hostilidad hacia quienes, llegados y educados en la ciudad, proponen cambios.
La violencia inscrita en la novela, se desata derivada del ocaso de la aristocracia rural, de una clase cuyo origen, en el caso de Don Pedro es un falso marquesado, que queda revelado cuando el personaje pasa una temporadaen la ciudad de Santiago. Del capítulo IX al XIII se nos presenta a Don Pedro en un ambiente distinto a su habitual.
El viaje es una idea propuesta por el cura Julián—en sus intentos por orden y reforma en la conducta — pensando alejarlo de la sirvienta Sabel, a la que maltrata, y madre de un Moscoso ilegítimo. También por considerar que el ambiente de la aldea lo embrutece. Cuando hacemención don Pedro a los golpes que había arremetido contra Sabel, el cura considera a éste como un salvaje al que ha de corregir: “¿Cree usted que Sabel irá a quejarse a la justicia de los culatazos de hoy? Esta lógica de la barbarie confundía a Don Julián” (171). Se enclava, la casa, los Pazos como lugar al margen de una ley que criminalice su violencia. Enmarca también así el cura, el paisajecomo lugar de desidia—al contrario de cómo lo siente el mismo don Pedro— en contraste con la ciudad y su categoría de señorito, dota de ferocidad a los montes entre los que vive: “Me admiro de que un señorito como usted pueda aguantar todo el año aquí, sin moverse de estas montañas fieras” (171).
Cuando llega a la ciudad los elementos que la configuran y que van sucesivamente sofocando a donPedro son la casa de su tío, el señor de Lage, el casino y los paseos, calles y monumentos: “Pareciéronle, y con razón, estrechas, torcidas y mal empedradas las calles, fangoso el piso, húmedas las paredes” (190). Según va avanzando su estancia en Santiago la sensación de estar fuera de lugar, añorando los Pazos va aumentando: “Ahogabánle las altas tapias verdosas, los soportes angostos, losedificios de lóbrego zaguán y escalera sombría, que le parecían calabozos y mazmorras” (227). Su ignorancia sobre arte, latín, griego y ortografía le hacían despreciar la ciudad, y en el casino: “Sofocábale cierta atmósfera intelectual muy propia de ciudad universitaria” (231). El amor propio se le sublevaba al darse cuenta que su título nobiliario era tenido en menos, que lo relativo al ordenintelectual, dentro del margen de la ciudad, por oposición al poder y acción de voluntad que poseía en los Pazos. A esto se añade la burla que supuso que se descubriese y fuese exhibido en la guía de forasteros el hecho de que su titulo no era real y pertenecía a otro marqués: “El cronista, pues, hizo su oficio desentrañando la genealogía entera y verdadera de las casas de Cabreira y Moscoso, probando...
Regístrate para leer el documento completo.