Violencia
Ámbito Filosófico:
Desde un punto de vista cultural acerca de la naturaleza humana, la violencia ha presidido permanentemente durante toda a vida, ha sido bastante difícil, algunos dicen que imposible el soslayarla o dominarla, más aún se dice que somos hijos de ella, y como buenos hijos la practicamos y la usamos cuando lo creemos necesario.
Por otro lado, nosiempre la violencia ha reinado, pues el Hombre siempre ha pensado la obtención de la paz, o como dice Aristóteles; el fin último del hombre es la felicidad.
Por esto que el hombre creó la cultura para de alguna forma enfrentar los violentos impulsos de la naturaleza, y para distinguirse, además de la inmediatez animal, y del actuar mediante instintos como lo hacen los animales. Somos un animalracional, por esto es que tomamos distancia del estímulo inmediato y del instinto, y lo vemos sólo como una posibilidad de actuación, por esto es que el hombre por su capacidad de razonamiento, puede tomar distancia de la conducta violenta, llegando incluso, a poder manejarla, ya que de otra manera, ésta podría ser nuestra propia aniquilación.
En tal sentido, y como ya se ha mencionado anteriormente,el hombre busca la paz, está en un constante trabajar para conseguir la tranquilidad y el descanso que le permita gozar plenamente de la vida. No obstante, en la realidad en que se mueve se ve obligado a dialogar con fuerzas y poderes violentos que tensan su voluntad y decisión obligándole a responder con extrema violencia a los desafíos que la vida le ha presentado. Ante todo, el hombre siempredesea un mundo apacible. Esto se puede ver, puesto que en los períodos de su historia más violentos y hostiles que ha vivido, el hombre no ha dejado de imaginar paraísos terrenales donde la violencia no existía. Terrenos donde las fuerzas de la naturaleza nos estremecieran con su potencia y espectacularidad; enfermedades y tragedias individuales que lo desconcertaban y lo sumían en un dolorinfinito. De ahí su necesidad de escapar a tan terrible e ineluctable realidad, creando fabulosos reinos de paz y bienaventuranza, o creyendo en la existencia de tiempos pasados bellos, apacibles y felices sin sombra de dolor. Y así imaginó la Edad de Oro, que nunca consiguió -hasta hoy- corporizarla en una realidad tangible.
Mas, el hombre-animal obstinado, recio e indomable-sobrevivió sobresus circunstancias hostiles; más aún: se expandió con fuerza incontrastable por toda la tierra habitable, bien dispuso de los elementos adecuados para su despliegue y haciendo gala de una plasticidad genética única ocupó todos los ámbitos geográficos con rapidez sorprendente.
En su camino, la violencia de los diversos medios seguramente lo agredieron con saña y si bien caían no pocosindividuos, su marcha no se detuvo hasta cubrir el planeta virgen.
En esta primigenia epopeya realizada por la especie humana, está la demostración palpable que supo imponerse a la violencia objetiva, a la violencia del mundo que le rodeaba y que muchas veces cegaba su vida. Mas, el propio hombre -como hijo de la violencia natural- advirtió desde muy temprano que contenía en su propio cuerpo unaincoercible fuerza que lo tornaba violento y lo habilitaba para tornarse destructor y deletéreo.
La lúcida conciencia que el hombre siempre tuvo acerca de su estrecha filialidad con la violencia, hizo que éste la observara con extrañeza unas veces, miedo otra veces y hasta una inexplicable curiosidad e interés por la fuerza que anidaba en su naturaleza y en el mundo.
En realidad, nuncadejó de observarla, aun cuando no encontrara respuesta satisfactoria; para conjurarla inventó divinidades sin cuento, representándola de las más distintas y caprichosas maneras. Todas la religiones dan testimonio de ello; todas las creencias y visiones humanas la vistieron de los rostros más caprichosos, aunque siempre relacionados con las experiencias propias de cada grupo, tanto en lo relativo...
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