Violeta Nuñez

PEDAGOGÍA SOCIAL: UN LUGAR PARA LA EDUCACIÓN FRENTE A LA ASIGNACIÓN SOCIAL DE LOS DESTINOS. VIOLETA NUÑEZ.
“Si uno no intenta precisar desde dónde habla, parecería ocupar TODO el lugar de la VERDAD: un lugar con pretensiones de absoluto”.
Como disciplina teórica, nos planteamos a la Pedagogía Social como la disciplina pedagógica desde la que se trabaja, teórica y prácticamente en lascomplejas fronteras de inclusión/ exclusión. De esta manera, postulamos a la P. S como un espacio para pensar, y también para poner en marcha cuestiones que tienen que ver con la igualdad y los derechos, en el marco de las nuevas condiciones económicas, respecto al acceso a la cultura, a la participación social y a la dignidad de las personas. Vamos a preguntarnos sobre la función de la Educación en graly de la Educación Social en particular, sobre sus alcances y sus límites, en el marco que denominaremos PROCESOS DE EXCLUSIÓN: 1) La degradación de los sistemas escolares públicos a meros contenedores, 2) la proliferación de programas de intervención social directa, diseñados desde la idea de la “prevención” para desplegar esta hipótesis recurrimos a los siguientes elementos: a) Referencias a loque llamaremos minorización de las infancias, b) Recorrido breve en torno a la noción de la exclusión; c) Alusión al vaciamiento educativo de los sistemas escolares públicos; d) Señalamiento del alcance de los despliegues de los dispositivos de gestión poblacional.
Educación: anti-destino, pues se trata de una práctica que posibilita la redistribución social de las herencias culturales:traspaso, recreación, circulación, acrecentamiento, pérdida, transformación… Particulares recorridos en los que se tejen, destejen, entretejen, diversos registros de olvido y recuerdo; y en cuyos anudamientos se abren y bifurcan futuros que no son pre-decibles sino, solo decibles a posteriori –Hannah Arendt- ***P.S que se interroga acerca de instituciones y funciones que apelan a la educación y quehabitualmente, quedan fuera de los discursos pedagógicos. Se trata, entonces, de dar visibilidad pedagógica a tales prácticas. Estas han de desplazarse a muchos sitios, para que la exclusión no lo ocupe todo. Y allí en los bordes, en los territorios de frontera, han de intentar tejer red social, en tanto que educativa. Allí han de repetir llaves de acceso al mundo simbólico, pues es el lugar dederecho a la inscripción de cada sujeto humano. Se han de ocupar de cada uno. Sobre todo de aquellos de los que muchos sólo se preocupan para ponerles un rótulo, encuadrarlos en una categoría y considerarlos flujos estadísticos a los que se prefigura un destino cierto: la exclusión cultural, social y económica.
La minorización de las infancias y adolescencias. Menores es la categoría que, a lolargo del S xx, pasó a designar no sólo al conjunto de niños y adolescentes que no han alcanzado la mayoría de edad, sino particularmente a aquellos a los que la mirada del contro social ubica como “peligrosos”. Los menores devienen (a partir de la creación del PRIMER TRIBUNAL TUTELAR DE MENORES EN CHICAGO, EN 1899) objeto específico de intervenciones sociales, tanto desde la perspectiva preventivacomo punitiva, con pretexto de educarlos. Ya en el S XVII aparece, es un espectro que va de Juan Bautista de Lasalle a Johann Pestalozzi, la noción de una educación específica para pobres. Se trata de una educación degradad a adiestremiento, como disciplina del cuerpo y del alma (Foulcaut).
Es también la premisa que, un siglo después justificó la sustracción de los así llamados menores “de losprocesos de derecho penal y la creación de programas especiales para niños delincuentes, dependientes y abandonados. Desde finales del S xx asistimos a la expansión de una suerte de minorización de infancias y adolescencias a escala planetaria, aunque con impactos diferenciales, según localizaciones geográficas y lo económicas. Se predeterminan sectores a los que se les atribuyen características...