Virtualizacion y semiótica

Campo en disputa

Carlos Ossa - Ciseco. Centro Internacional de Semiótica y Comunicación. www.ciseco.org.br

“Al resaltar ciertos aspectos y ocultar otros, al develar, al insinuar, al silenciar, los medios contemporáneos no sólo abonan el terreno para la modulación de las pasiones, sino que proponen cotidianamente unas políticas de la mirada, podría decirse, una pedagogía de la mirada queincrementa las dificultades para la comprensión multidimensional de la vida social”
Rossana Reguillo

El trayecto que define el paso de las comunicaciones desde un régimen de representación de los intereses públicos, donde la meta última era el funcionamiento “plural e igualitario” de la sociedad a una diáspora de sistemas que se cruzan y alteran, rompiendo con figuras clásicas de orden yparticipación, parece explicar el cambio de lugar y función de las comunicaciones. Más aún, se piensa que la actual situación nos expone a un vaciamiento del sentido y a un tipo de producción altamente homogeneizante. Buena parte de las razones esgrimidas para explicitar tan desolador panorama, se refieren a las transformaciones culturales que de la mano del capitalismo global habrían impuesto nuevasmodalidades de interpretación y lectura del mundo.

El conflicto, en su plano simbólico, podría documentarse como la derrota de la escritura y toda su amplia gama de recursos argumentativos para producir la verdad e institucionalizarla en unos paradigmas confiables y estructurados; ante la ventisca “brutal” de la imagen y el imperio sentimental que arrastra al esquematizar las pasiones,miniaturizar los diálogos y fomentar un populismo mediático hecho a escala de públicos más ansiosos de bienes que de justicia. En el fondo, el conflicto es presentado como la destrucción del lenguaje, la tecnificación de las relaciones sociales, el descentramiento cultural y la mundialización del poder corporativo.

De una forma u otra, se instala el juicio de una “mutación” que reemplaza una modalidad deorganización social jerárquica y valórica por una posmoderna más libidinal y estética, un principio político por una pragmática individual, generando un nuevo escenario donde los discursos no se miden por la intensidad de su significado, sino por la eficacia tecnológica de sus beneficios. Esta visión, cierta en muchos de sus aspectos, sin embargo también reduce la compleja trama de problemas queestán en circulación al consolarse con: “todo es imagen” y se obvian una serie de procesos culturales de consecuencias, a veces, inadvertidas en los planos de la identidad, lo público, la política, el saber, etc.

Las comunicaciones, efectivamente, hoy se vinculan con las imágenes de una manera inédita, se multiplican y expanden con una velocidad inusitada y la percepción del presente está enconstante revisión, pues hay una sucesión infatigable que parece justificar todo malestar con una visualidad sin espesor incapaz de otorgar densidad a lo que nombra y muestra. Ante ello, aparece la noción de una actualidad desmemoriada, dispersa e instantánea armada de acontecimientos, pero carente de historia, es decir de explicaciones y marcos para comprender la magnitud de lo presenciado. Laimagen se vuelve un punto de crítica, pues se la imagina rompiendo una tradición moderna unida al concepto de realidad, comprobación y testimonio. En el mundo contemporáneo la escritura, por su parte, fue unida a la misión política y cultural de la creación y el desarrollo del sujeto: el ser humano se realizaba como proyecto en la escritura, se reconocía y unificaba en la acción de interpretar, lacomunicación era el “espacio constituyente de la subjetividad y de las relaciones de ésta con lo social”.

La escritura racionalizaba lo colectivo y lo hacía traducible para su apropiación y cambio, en suma, la escritura era una política, un campo de disputa donde se ponían en juego distintos poderes interpretativos trabajando, en torno a una dinámica de unidades y diferencias, asumidas como...