Visiones Del Cuerpo

Visiones del cuerpo
“Descartes y Sartre”

























A modo de introducción

Desde el momento mismo de la concepción de este trabajo nos hemos planteado que el mismo tenga por objeto introducirnos, como educadores, no en el puro pensamiento filosófico referido al tema del cuerpo (por demás aquí escueto), sino en una problemática que, en la medida enque nos interese (ya que trabajamos con mentes y sentimientos corporeizados), creemos, nos estimulará profundamente en nuestras habituales formas de encarar la enseñanza y nos permitirá alcanzar una visión diferente de la ya gastada expresión “Educación integral” de la que tanto se abusa sin conseguirse nada.
Para ello, hemos elegido desarrollar en lo posterior la visión del cuerpo propuesta porDescartes, para luego contraponer a ésta una concepción antidualista -representada en este informe por el pensamiento de Sartre-.
Sin embargo, antes de esto, y a modo de introducción, creemos oportuno comenzar estas páginas hablando de la relación cuerpo-alma, en general, y del dualismo, en particular, que ha prevalecido en la filosofía griega desde el orfismo y los pitagóricos y que, si sequiere, podemos decir es la idea que ha dominado en el pensamiento de occidente y a la que, aunque desde otro paradigma y con otras motivaciones, adhirió luego Descartes.
Y esto con la intención de que nos ayude a comprender el éxito de la concepción dualista del hombre que ha planteado Descartes en el siglo XVII y que lamentablemente, según creemos, ha llegado hasta nosotros con tanta fuerza que hapasado a constituir un ingrediente más del sentido común del hombre educado.

Cuerpo y alma
a. El problema
El cuerpo es el objeto más inmediato, más próximo de nuestra experiencia, aquello que tenemos siempre e ineludiblemente con nosotros, y aquello por cuya mediación -a través de los sentidos- alcanzamos el mundo en sus múltiples aspectos y dimensiones. Pero cuerpo es a la vez y antes, nosólo aquello que el hombre tiene frente a sí mismo, sino también aquello en que es él mismo: el placer y el dolor del cuerpo son su placer y su dolor. Y el mundo mismo no está frente al cuerpo meramente como espacio exterior, sino que es su prolongación y, por tanto, nuestra prolongación, y sólo existe en cuanto nosotros lo percibimos y habitamos. Así, pues, por muy cierta que sea de una parte ladiferencia entre el yo y el cuerpo, (lo mismo que entre el cuerpo y el mundo), pues el hombre no es simplemente mero cuerpo, reina por otra parte tal unidad entre ambos aspectos, que puede decirse que el hombre es plenamente corpóreo.
En esta corporeidad, en la acción y la obra (y no en la mera posibilidad del pensar y del querer) es donde lo anímico y espiritual (alma, espíritu) se hace por primeravez real, donde adquiere forma y poder operante, o sea, facticidad. Pero es a la vez esta corporeidad la que pone límites a la propia realización del hombre, la que lo limita externamente en el espacio y el tiempo, y le impide interiormente expresarse plena y enteramente a sí mismo.
Esta situación dialéctica, de tensión, es la que ha llevado al hombre a dos tentaciones básicas. La tentaciónprimera es la de renunciar a todo esfuerzo por la unión y la de llevar una vida en dos órdenes separados entre sí, en que, sin embargo, ambos pierden su carácter humano y, por ende, se pierden a sí mismos. Y la segunda es la de limitarse a uno solo de los dos órdenes: a una corporalidad hostil al espíritu o a una espiritualidad hostil al cuerpo. Pero ese intento, en cada caso, destruye lo escogidomismo y lleva pronto al extremo opuesto (al dualismo).

b. Historia del problema
Un dualismo de cuerpo y alma ha dominado la filosofía griega desde el orfismo y los pitagóricos. El cuerpo es vestido, barca, cárcel y sepulcro del alma. El alma está impedida y oprimida por el cuerpo; y se liberará de él según el uso que se haga de la razón y si se triunfa o no sobre los impulsos sensibles. Así...