Visita extraterrestre
Había una vez un niño que se llamaba Plácido, como era un niño muy pulcro, planchaba su ropa para ir a la playa.
Depronto, una pulga con casco y antenas, planeó por la sala y aterrizó en la palma de la mano derecha de Plácido.
-¡Hola!- dijo la pulga con cascoy antenas- Soy Palmira la pulga marciana que vengo a este planeta de exploración.
Plácido estaba alucinado. Era su primer contacto con unapulga exploradora de otro planeta.
-¡Hola! Yo Soy Plácido. Sería un gran placer para mi, poderte ayudar en tu exploración.
-¡Fenómeno!- exclamóla pulga- Tenía un plan de vuelo preparado pero algo falló y no encuentro la planta en la que debería haber aterrizado.
-¿Qué tipo de plantaes?- preguntó Plácido con ganas de colaborar.
-Es una palmera- respondió la pulga de otro planeta.
Plácido recordó que en el jardín teníanplantada una palmera y se ofreció a acompañar a la pulga exploradora hasta ella.
-¡Muchas gracias!- dijo la pulga- Yo creía que todos los terrícolaserais unos pelmazos pero veo que estaba equivocada.
Cuando Plácido y la pulga con casco y antenas, iban a abandonar la sala, la luz se apagó yquedaron a oscuras.
-¡Ah!- gritaba la pulga a pleno pulmón- ¡Esto es obra de la plaga estelar que quiere acabar con nosotros!
Plácido se reíadel terror de la pulga marciana y le explicó que sólo se trataba de un corte de luz mientras arreglaban los cables de la plaza del pueblo.
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