Visión estética tomista
Pasando ahora a la tríada de principios constitutivos de lo bello y variando ligeramente el orden en que santo Tomás los enumera,introduce Eco en primer lugar la proportio, en razón de que, según dice, trátase del concepto estético más difundido en toda la antigüedad y la edad media, el único universalmente aceptado y entendidounívocamente no obstante la riqueza de sus matices. Sobran los textos que podrían citarse para justificar estas apreciaciones, por lo que aquí y ahora nos limitamos a tres de entre los citados por Eco.Para Pitágoras, según el testimonio de Jámblico (82 Diels, 45 C) "la belleza consiste en el orden y la simetría, y la fealdad, al contrario, en el desorden y la asimetría".
Pasando a la segunda notade lo bello, en el texto tomista la primera, coloquémonos, para empezar, frente al texto mismo:
Primo quidem integritas sive peifectio: quae enim diminuta sunt, hoc ipso turpia sunt.
Por lo demás, laintegritas es, de los tres caracteres de lo bello, el de más fácil intelección, toda vez que santo Tomás lo ha hecho sinónimo de perfección (integritas sive perfectio) con lo que está claro que, comodice Eco, uno y otro término deben entenderse como "la completa realización de lo que debía ser la cosa". Una obra de arte, en consecuencia, puede ser completa y perfecta con la representación defiguras que en la realidad serían feísimas según podemos leerlo en nuestro vate jarocho:
"Una cosa en la práctica es fiemo es horror, es feísimo extremo; mas exacta en la intensa pintura, resplandecemagnífica y pura".
Enfrentémonos, por último, con la claritas, el término de más difícil exégesis entre los componentes de lo bello, mas al propio tiempo el más esencialmente (sit venia verbo)...
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