Vito

Vito
Cuando mi hermano mayor tenía diez años no poseía muchos amigos, sólo a Vito. Siempre existía una brecha entre él y yo. Jamás nos sentábamos juntos en el bus ni hablábamos mucho encasa. Peleábamos de vez en cuando. Sin embargo, cada día él ansiaba volver de la escuela para jugar con su compañero.
Su amistad empezó una semana de invierno; yo tenía gripe y me quedé en casa unospocos días para evitar contagiar a los otros. Era viernes, oí el ruido del bus afuera y miré a través de la ventana de mi cuarto. Mi hermano se bajó, pero no caminó hasta la puerta. Se quedó quieto,por algunos segundos, mirando algo que no pude ver. De repente, apareció un gato callejero pintado de blanco como un manto fresco de nieve y pasó pavoneándose por delante de él. Se volvió hacia mihermano y me pareció que sonrió antes de que él se le acercara tranquilamente. Mi hermano se inclinó y lo acarició de una manera familiar, como dos viejos amigos que se hubieran reencontrado. Entonces lorecogió del suelo y corrió gritando, ¡Mamá, Mamá! Encontré este gatito y no tiene un collar. ¿Podemos tenerlo, por favor? Ay, por favor, te prometo que no te pediré nada más. Me ocuparé totalmente deél. Te lo juro. Ya he decidido su nombre, ¡Vito! Es perfecto, ¿no?
¿Cómo podía mamá negarse ante los ojos desesperados de su hijo? No obstante, a pesar del juramento, desde entonces mi madre fuequien le dio comida y leche a Vito todos los días durante algunos meses. Como la afinidad entre mi hermano y su amigo creció, parecía como si vivieran en otro planeta, aislándose de todos.
Una madrugadatípica, el gato tiró su cuenco de agua. Mi hermano estaba en su cuarto; por eso, mi mamá me pidió que yo sacara el gato mojado fuera de la casa. ¡Miau, miau! Pienso que fue la primera vez que oí sumaullido. Llevé la criatura hacia la puerta que abrí. Lo puse en el porche, pero antes de que yo pudiera cerrar la puerta el gato corrió a toda velocidad y entró. Traté otra vez más rápido, mas Vito...