viviente racional
1.1. Racionalidad reproductiva y “sujeto viviente”: El sujeto es criterio
2. Sujeto, “corporalidad” y comunidad
2.1. Del individuo al sujeto-en-comunidad: Acción social y “subjetualidad”
3. La hermenéutica del sujeto viviente y las construcciones “trascendentales”
3.1. A la búsqueda de una nueva trascendentalidadComo puede verse en este esquema, nuestro interés es mostrar en qué medida Franz
Hinkelammert propone una forma diferente de comprender la trascendentalidad de este sujeto.
Por supuesto, no es que se trate de una deducción trascendental; ya sabemos —y Hinkelammert
lo dice— que por allí llegamos a un postulado de la razón práctica que podemos acusar con
propiedad de ser “formalista” y“abstracto”. Pero la pretensión del mismo Hinkelammert no es
otra sino la de construir un postulado de la razón práctica: “asesinato es suicidio”. Es cierto que
no es un postulado que tenga su origen en el reconocimiento de una “función” abstracta del
pensamiento (no se obtiene a priori), pero sí tiene pretensiones de universalidad, a la vez que es
considerado necesario. Entonces, de lo que se trata es derepensar lo que queremos señalar con
estas categorías. ¿En qué sentido es esta formulación “universal” y “necesaria”? ¿Será que
podríamos esperar un redimensionamiento de esa trascendentalidad en cuestión? O, más bien,
¿deberemos abandonar esta idea y pensar en los criterios éticos de discernimiento de alguna otra
manera? Claro que surgen muchas otras preguntas: ¿puede fundamentarse la ética deotro modo
que mediante un criterio trascendental? Y si puede ser de otra manera, ¿qué implicaciones tendría
esto para las pretensiones teóricas de nuestro autor, sobre todo de cara al diálogo que procura con
algunos de los filósofos que reflexionan y discuten sobre estos temas?
La verdad, no parece que Hinkelammert apunte por esta última opción. Como lo veremos
enseguida, él insiste en quela razón descubre el sujeto humano concreto y el postulado que se
funda en ese mismo descubrimiento, ya que no pueden separarse ambos momentos: el del sujeto
y el del postulado. Por supuesto, la diferencia con Kant consistirá en que ha “desplazado” la raíz
de éste último a partir de una concepción diferente del sujeto. En Hinkelammert, el postulado
obedece a la lógica de la ya analizadaracionalidad material, mientras que el sujeto es pensado en
contra de la tradicional concepción antropológica fundada en el cogito cartesiano. Se hará eco
entonces de quienes ven en éste una reducción y una simplificación de la humanidad a una
función meramente cognoscitiva y logicista. En este sentido se acerca a las ideas de Enrique
Dussel, quien, así como muchos otros, ve las insuficiencias de talderivación formalista de la
subjetividad.
Estela Fernández Nadal señala que “el sujeto de Hinkelammert es una dimensión de la
vida humana que se actualiza frente a una forma histórica de opresión”193. Qué es esa dimensión
ya lo ha dicho Hinkelammert: “Aquí la pregunta clave no es si existo. Es si puedo seguir
viviendo” (PSG, p. 4). Ahora bien, esta pregunta revela al sujeto como instanciaracional, la cual
aparece en respuesta a esa estructura que lo aplasta. Pero no se presenta como un mero dato
empírico, sino como condición de posibilidad de cualquier empiría. En este sentido no podríamos
193
Conversación con Estela Fernández Nadal, acerca de las ideas de Franz Hinkelammert en “La vuelta
del sujeto reprimido frente a la estrategia de globalización”, diciembre de 2004,trascripción digitalizada.
Los énfasis en cursiva son nuestros.
seguir a la misma Estela Fernández, ya que ella prefiere no considerar a este sujeto como
alguna especie de “sujeto trascendental”. No le faltan razones, como ya lo hemos apuntado arriba.
La oposición al formalismo antropológico vuelve muy comprensible el rechazo de la categoría de
“trascendentalidad”. Pero lo que sucede es...
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