Vivir a la deriva


Ensayo sobre: Las sombras de la mañana y En busca de al política



Vemos a diario el sufrimiento ajeno, situaciones que nos conmueven. En las noticias, en la calle y a nuestro alrededor; somos espectadores del dolor que es tan grande que también nos duele. Y estamos convencidos de que no podemos hacer nada, simplemente la solución no está a nuestro alcance.
Sin embargo, seguimossiendo fieles espectadores una y otra vez de lo mismo, incansablemente nos envuelve el mismo reality de los dramas, nos atrapa incansablemente, consecuente a nuestro propio sufrimiento existencial…pero nos sentimos buenas personas… porque tenemos sentimientos.
Lloramos con la misma facilidad con que después olvidamos que hemos sufrido frente al dolor de los otros, nuestra empatía es pasajera asícomo también nuestra solidaridad. La relación con los otros se basa en la fragilidad de una imagen que se diluye de nuestra memoria demasiado luego para que nos deje algún aprendizaje.
Los textos leídos Las sombras de la mañana y En busca de al política vienen a recordar la soledad en que viven hoy las personas, en una época de postmodernidad que descansa en el individualismo, en la falta de unideal común así como de una acción política que nos oriente en la construcción de una sociedad del buen vivir para todos, con ideales y sueños posibles de alcanzar. Vivimos una época en que la política no construye sociedad, una época que tiende a la “naturalización de los social” esto es la aceptación de la realidad tal como nos es dada, frente a un orden natural en donde aparentemente ya no haynada que hacer, se instala el prejuicio de que las cosas no pueden cambiar.
Estamos en una época de postideologías y postutopías en que se nos ha instalado la idea de que no podemos cambiar nada. Pero no siempre fue así, los ideales existieron especialmente en los sesenta y los setenta, época de intenso debate acerca del rumbo que tomarían las trasformaciones del mundo. ¿Qué pasó en el camino?En el mundo de hoy se han instalado los temores sin nombre, es el sentimiento de angustia frente a lo desconocido, un ente que no se identifica, pero que se termina personificando en cualquier cosa, que nos genera un miedo cuyo origen en verdad no es fácil de identificar, rodeados de un falso realismo que prescinde del discurso ideológico de antaño.
Estos temores e inseguridades no sólolimitan nuestras expectativas frente a la democracia, sino que además nos vuelca a la soledad. La suspicacia mutua no hace sino alejar a las personas, separar a la gente, no conocer a nuestros vecinos. Casi todo lo que se hace para mitigar la inseguridad sólo divide y nos vuelve más solos. Lo peor de todo es que no se logra dar con la fuente de la angustia, porque no se identifica, rehúye para que no laatrapen, ese es el negocio… Hace falta una acción conjunta que haga partícipe a la sociedad como grupo, que demuestre que es capaz de reconocer esos miedos pero no por separado sino como grupo social, de lo contrario todas nuestras energías serán encauzadas a disminuir nuestra inseguridad en desmedro de devolver al espacio público la acción de la política.
En general, se impone un miedogeneralizado que se convierte en angustia paranoica. Y siempre existe la tentación de buscar culpables para emprender una acción defensiva o incluso ofensiva. Para muestra un botón con lo que acaba de suceder en una loca carrera de los detectives en busca del asesino de sus colegas en San Bernardo hasta Santiago Centro. Esto es, nada menos que 500 efectivos tras un hombre al cual querían encontrar vivo omuerto; al culpable de la muerte de estos policías es un monstruo y por lo tanto es perentorio pasar por encima de toda una comunidad que simplemente tuvo que hacerse a un lado porque “matar a un policía no es lo mismo que matar a un ciudadano común…”
Pero debemos confiar en nuestros policías ya que en ellos está depositada nuestra protección…una protección frente a ese miedo ya instalado...