Vjds

Evaluación para el desarrollo social: aportes para un debate abierto en América Latina.

La antipática pero necesaria defensa política de la tecnocracia en América Latina.

Introducción.
Una política de conocimiento implica antes que nada, una política de estado, una política que defina metas y objetivos de largo plazo, que sea capaz de sostenerla con la continuidad necesaria, que asegure suimplementación, así como el financiamiento requerido para cumplir esas metas.

Parecen existir obstáculos de diferente naturaleza si se quieren enfrentar los desafíos de crear un sistema integrado y razonablemente abarcador de las estadísticas nacionales sectoriales y de evaluación. Para superar esos obstáculos parece imprescindible definir una política explicita e intencional directamentedirigida al mejoramiento de las estadísticas nacionales, los sistemas de información sectoriales y al desarrollo y uso de sistemas de evaluación. Debe, en definitiva, propenderse a una teconocratización del estado y sus políticas.

El estado debe desarrollar sistemas de indicadores y de evolución que muchas veces se contraponen a los intereses y preferencias de los operadores disciplinarios. Laconstrucción de estadísticas sectoriales y nacionales, y el uso de las mismas basadas en una cultura de evaluación apoyada en métodos e indicadores estandarizados es la construcción de un lenguaje y la definición de un contrato técnico y democrático al interior del estado y entre ella y sus ciudades

1. Los dos déficits de las políticas publicas latinoamericanas: democracia y tecnocracia.Gran déficit de la forma en que se producen políticas publicas en las naciones latinoamericanas. Un denominador común del las diversas maneras en que se ha tipificado dicho déficit es: la idea de falta de participación y decisión de la población, ciudadanía y/o beneficiarios en los sistemas de toma de decisión y contralor de las políticas publicas o acciones del estado.

Los procesos dedemocratización nacionales, descentralización territorial e incorporación de acortes de la sociedad civil a diversos niveles de la toma de decisiones de las políticas publicas de los estados, se entienden como intentos de mejorar la cantidad y calidad del componente democrático en la hechura de las políticas publicas de nuestros estados. Surgen algunas voces disidentes que alertan sobre los riesgos desobrecarga de demandas. Se produce un llamado de atención sobre los inmediatismos que pueden generar estas modas democráticas el impacto negativo de las mismas sobre la necesaria maduración de las políticas y sobre la capacidad de los estados de ordenar, diferir y postergar demandas.

Abogar por la democracia de las políticas publicas y por la teconocraticidad de las mismas, no son posturascontradictorias, y no lo son porque refieren a funciones diferentes de la hechura de dichas políticas. En tanto el problema de la democracia se orienta esencialmente a definir los fines deseables y a elegir la forma en que dichos fines deseables se traducirán en esfuerzos fiscales y organizacionales concretos, la teconocraticidad se encuentra enfocada fundamentalmente al problema de la eficacia yeficiencia de los medios para alcanzar tales fines. Claro esta que esta distinción tan simple de plasmar en papel, es extremadamente compleja de dirimir en la realidad, en donde ciertos fines son medios para otros fines y muchos instrumentos y medios están cargados de valores, preferencias e intereses políticos sustantivos. El déficit tecnocrático al que hago referencia remite a la baja incorporación desaberes técnicos, sistemas de información y de mecanismos de evaluación en la definición y transformación de nuestros instrumentos en acciones estatales.

Existe otra función fundamental en donde tecnocracia y democracia son dimensiones complementarias de la hechura de las políticas públicas: aquella que remite a la construcción de sistemas de comunicación entre elites, gestores, políticos,...