Vocación
A diferencia de los jóvenes que, hace unos años, requerían orientación vocacional “por dudas o conflictos entre carreras”, hoy suelen presentar “estados de apatía, resultado de unagran desconexión emocional”. Cada vez más adolescentes, manifiestan que desean seguir estudiando pero, en realidad, no logran interesarse o sentirse atraídos en forma consistente hacia ninguna carrera ocampo ocupacional.
Se percibe que no están en condiciones de elegir con convicción porque falla en ellos algo más básico, más determinante, previo a la tarea de elegir: falla algo en el orden deldeseo; no pueden interesarse profundamente por nada, porque están emocionalmente desconectados, apáticos, desmotivados
Muchos estudiantes –a menudo talentosos– se inscriben en carreras que coincidencon sus intereses y habilidades, pero rápidamente pierden su entusiasmo, porque carecen de la capacidad para sostener sus intereses y para entregarse a un objetivo que implica una disciplina y unesfuerzo totalmente diferente al que estaban acostumbrados desde la escuela media. Piensan que deberían haber elegido otra cosa, aunque la mitad de ellos no piensa en cambiarla ni abandonarla.Probablemente perciben que, si cambiaran de carrera, al poco tiempo experimentarían el mismo desgano.
En otros jóvenes se presentan temores y ansiedades fóbicas paralizantes. A pesar de identificar sus interesesvocacionales, muchos no pueden tomar una decisión, porque la idea de estudiar una carrera les despierta fuertes sensaciones de encierro, agobio o aburrimiento. Sienten un gran temor a quedaratrapados en la carrera elegida, tienen miedo a asfixiarse, a perder su libertad, a que el estudio les impida hacer otras cosas, como estar con los amigos, jugar al fútbol, tocar la guitarra o tener tiempopara no hacer nada. Otros experimentan esas mismas vivencias claustrofóbicas durante el cursado de sus carreras. Muchos continúan con insatisfacción y otros abandonan.
A menudo, los jóvenes consultan...
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