VOCACION

Te he llamado por tu nombre” Is 43,1

Vivimos en un mundo vertiginoso en donde lo que ayer era verdad y certeza hoy sólo es una posibilidad más. Un mundo marcado por el consumo y el individualismo, pero se abren espacios luces que brillan especialmente en nosotros los jóvenes: la solidaridad, el empeño por promover la paz, el trabajo voluntario y desinteresado y tantos otros gestos son muestrade estos focos de luz en el mundo actual.

Estamos en un tiempo privilegiado, en lo profundo de nuestras vidas un encuentro con nosotros mismos, nuestras raíces, nuestro presente y nuestro futuro.
Durante el último año de la escuela secundaria es frecuente escuchar la pregunta ¿qué vamos a estudiar el año que viene?, o en el mejor de los casos ¿sabemos que vas a hacer el año que viene?.Debemos considerar lo que dijo Jorge Luis Borges “Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar...” o como dijo Sergio Rascovan “…no se juega la vida en una elección, aunque para elegir haya que jugarse”
Este interrogante puede llegar en forma constante a todos nosotros los jóvenes ,a nuestros padres y profesores, pero también, a todos aquellos que nos rodean (amigos, hermanos, vecinos,otros familiares). Pareciera que la sociedad en su conjunto se atribuye el derecho de cuestionar nuestros proyectos personales y nuestro futuro.
Nunca vamos a descubrir nuevos océanos mientras tengas miedo de alejarte de la costa.
No se puede iniciar una travesía sin conocer el destino y sin contar con los mapas y la orientación para llegar a él por el mejor camino. Lo menciono Marina Müller
Yesto es así, inevitable, porque la próxima finalización de los estudios secundarios nos ubica en ese lugar: el lugar de quien se acerca al cierre de una etapa, en este caso la “escolar”. Es decir, es sumamente visible para los todos que se avecina un cambio externo: no hay más lugar en la escolaridad obligatoria para nosotros y por lo tanto todas las miradas parecen centrarse en la formulación decada una de nuestras “decisiónes”.como pensaba Agustín: “Transformar la vida y poner los talentos al servicio del Señor”
Esta presión y exigencia social es real, pero las decisiones pueden seguir otro ritmo, un tiempo interno diferente al esperado por todos. A veces resulta “tranquilizador” encontrar una respuesta que tenga cierta aceptación, sin importar si es convincente o no. Otros sentiránconveniente anticipar que se tomarán “un año sabático” para postergar nuestra decisión. Pero… ¿por qué un año?, ¿por qué es necesario pautar ese tiempo de elección que, en definitiva, es absolutamente personal?
Cuando Sócrates declaró que una vida sin reflexión no merecía la pena ser vivida, abogaba por la evaluación personal constante y el esfuerzo por mejorarse a sí mismo como la más alta de lasvocaciones. Lou Marinoff

Es importante que seamos concientes de esta presión social y sepamos que padecemos la mayoría de los estudiantes de 5º año. Esta situación nos revela claramente que: es necesario dejar de ser alumno secundario, abandonar ese lugar conocido para que esas experiencias se conviertan en recuerdos. Sólo al aceptar el fin de esta etapa será posible empezar a imaginar un lugardiferente, novedoso, desconocido aún, que se irá construyendo lentamente. Muchas veces la angustia que provoca esta despedida (del colegio, los amigos, los profesores, los horarios conocidos, el estilo de las clases, los métodos de estudio, etc) se oculta pero aparece en su lugar una enorme confusión o desgano.Incluso en algunos de nosotros estos sentimientos nos evidenciamosa través de un muy malrendimiento escolar el último año, “estirando” así la finalización, inevitable, de esta etapa.
Para poder elegir que forma irá tomando la carrera de nuestra vida es necesario empezar a imaginar nuestros proyecto, y para comenzar a delinear esas fantasías es imprescindible animarse a decir adiós al mundo del secundario e iniciar una nueva etapa el de desenvolver nuestras inclinaciones,gustos...