Voces Del Jardin
Un par de versos le bastaron a la hormiga para ganarse el respeto del auditorio. Eran versos
alegres, regados con vino y miel, con avellanas y risas de niños. La mosca no corrióla misma
suerte. Su acto fue silbado por la multitud en una suerte de complot bochornoso y
malintencionado. La pausa y el romanticismo brillaron por cuenta del grillo, cuya voz melodiosa
ygastada hizo evocar lejanas canciones de tiempos no menos lejanos. Por su parte el
matapiojos, haciendo gala de un histrionismo digno de imitar, arrancó gritos y aplausos, y uno que otro suspiro de entresus fieles admiradoras. La nota extraña del día estuvo a cargo de la
pulga, que entre salto y salto murmuraba un sólo coro interminable: Cada perro es mi hogar.
Cada perro es mi hogar. Y asícontaron su historia los unos y los otros. Y a la pulga siguió la
abeja, y a la abeja el gusano, y al gusano el ciempiés, con versos lentos y embarrados. Y visto
al último concursante y finalizado elcertamen, el jurado declaró como vencedor a la hormiga.
Entre las razones del fallo resaltaron la voluntad, el oficio e imaginación en la construcción de
artesanías verbales y juegos de palabras.Un viaje a Isla Negra coronó la actuación de la
ganadora. Y qué decir del gusano, quien obtuvo la única mención honrosa y dos pasajes para
visitar la tumba de su poeta preferido. Vaya premio. Perola cosa no se detuvo allí, porque una
hermosa fiesta puso la guinda de la torta. Y el zancudo tomó la guitarra, y la hormiga sacó a
bailar, y la araña corrió con los tragos, y la abeja pidiórecitar el poema premiado. Y hubo risas
y lágrimas e infidencias de los más habladores, y todo fue de amanecida y sin censura. Hasta
que alguien dio la voz de alerta: Van a regar el jardín, gritó atodo pulmón. Y cada cual buscó
un refugio para escapar del diluvio, o mejor aún, para escribir un nuevo poema y así volver por
la revancha.
Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió...
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