Voces Desde La Pared
FACULTAD DE HUMANIDADES
CURSO: NOVELA Y CREACIÓN
PROFESOR: EDGAR COLLAZOS
ESTUDIANTE: JOSE LUIS GONZÁLEZ MÁRQUEZ
VOCES DESDE EL OLEO
En la pared. En una noche de calor sofocante, en la sala de un gran recinto que poco a poco se fue desocupando de los visitantes que trasegaban por los espacios aún no vistos de la gran colección de imágenes de grandes hombres que porsu genio en intelecto engrandecieron la historia de la nación, al desocuparse y tocar sus paredes el frio viento que entraba por las ventanas se escucho una voz gruesa y ronca que parecía salir de la pared y decir:
! Que calor hace ¡ Fue un día de esos en que por causa de calor por nada se me escurre la pintura, me vino a la memoria cuando en el año de 1876 la patria perdió su color másrepresentativo en la vida política; el azul del gran partido conservador perdido en la gloriosa batalla de los Chancos.
Era la voz de Adolfo León Ricaurte un conservador a ultranza que había participado en todas la guerras durante el siglo XIX en el Estado Soberano del Cauca.
Unos segundos más tarde se escucho otra voz que replico:
Permítame decir Señor Ricaurte que estoy de acuerdo en lo sofocantedel día que finaliza, pero disiento de su opinión en cuanto a que el partido más glorioso haya sido el Conservador, pues si la memoria no es campo estéril debo recordar que los proyectos civilizadores en campos como la educación, en lo económico y el auge modernizador de la nación fueron impulsados por el partido Liberal.
La segunda voz en escucharse pertenecía a Manuel Sinisterra un políticoliberal del siglo XIX que en vida hizo gala en sus actuaciones públicas de un gran espíritu cívico y benefactor.
En la misma pared un poco más al extremo había una obra menor de artista desconocido que en el recuadro de datos decía Miguel Labrada.
Este joven había sido conocido en la ciudad de Cali por su interés de ayudar a su prójimo porque en vida era él quien se encargaba de cuidar a los lazarosy conducirlos a la ciudad del dolor, recogía a los mendigos y menesterosos y les prestaba asistencia en caso de enfermedad para que fueran atendidos en el hospital de caridad, además participaba de otras muchas labores de beneficencia para con los pobres vergonzantes, tuberculosos y para todo quien pudiera solicitar su ayuda, esto le hizo ganar el reconocimiento publico y esa era la explicaciónde que algún artista le dedicara unas pinceladas a su imagen y ahora compartiera un espacio en la pared con grandes personajes de la vida política del país.
Se escucho nuevamente la voz del señor Ricaurte en tono fuerte y severo se dirigió a Miguel Labrada y le dijo:
Joven, hágame el favor de decir si usted tiene filiación política y si la tiene que partido ha llevado los hilos de la nación asu engrandecimiento como república soberana.
En una voz menos severa el señor Miguel Labrada contesto:
No soy hombre de partido. Mi partido fue durante mi vida el profundo respeto y amor inculcado de niño al prójimo. Solo puedo decir que las luchas partidista han hecho tanto mal como bien a la patria, ellas han fomentado tantos odios como cultivado amistades y han aportado al engrandecimientomaterial de la república cada partido a su medida y la historia de los partidos tradicionales ha cimentado la historia e identidad de la república que es la misma de sus habitantes.
Desde la pared don Adolfo León Ricaurte dijo:
Veo que usted no es hombre de partido, y me parece civilizada su posición, pero no la comparto, es necesario vivir con una causa partidista que reviva la llama de lasacciones en pro del beneficio de la patria.
Don Manuel Sinisterra desde su lugar en la pared agrego lo siguiente:
El bienestar de la patria debe ser la mejor obra de partido que todo ciudadano debe realizar, es el bienestar de todos lo que debe animar las actuaciones de un hombre de partido.
En su extremo de la pared Miguel Labrada escuchaba con atención lo que sus interlocutores expresaban,...
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