Voluntad y Control de nuestros implusos

¿Hasta qué punto nuestra voluntad y la conciencia de los efectos de nuestras decisiones nos hacen responsables del control de los impulsos?

Hasta el punto de responsabilizarse de sí mismo,de nuestros actos y para con los demás, ya que por naturaleza somos un ser social. Somos libres y actuamos conforme a nuestra voluntad, pero es necesario aprender a controlar y educarreacciones automáticas que nos lleven a la pérdida de control de los impulsos. Realizando deliberaciones que nos permitan tener respuestas más prudentes y eliminar los hábitos formados que atentancontra nuestra salud y nuestro trabajo.




Dado el planteamiento del caso ¿Es válida la frase: "Mi libertad termina donde comienza la del otro", o más bien podemos afirmar que laexistencia del otro es la que da sentido a mi libertad?
Afirmo que la existencia del otro es la que da sentido a mi libertad, ya que si interfiero con la libertad de otro lo hago también con la mía,por lo tanto si el otro es libre complemento mi libertad al mismo tiempo.
En el caso de Lola y Lucia, creo que lo hecho por Lola fue lo correcto al comentar que el perfume de Lucia le provocabaun profundo malestar anímico e impulsos agresivos, siendo con esto consciente al percatarse de ello y conocer su temperamento, lo que trasmitió a Lucia. Lucia en primera instancia tomo ladecisión de dejar de usarlo, una acción consciente de su parte, pero al tomar nuevamente la decisión de volver a usarlo no delibero y respondió impulsivamente, siendo imprudente.
Considero que lamolestia del olor del perfume por parte de Lola era involuntaria y dejar de usarlo era una decisión voluntaria de parte de Lucia para mantener una sana relación y convivencia laboral, ya queLucia podía seguir utilizando fuera del horario de trabajo. Aunque también Lola no supo controlar su cólera al agredir a Lucia. A ambas les falto trabajar en la educación de su voluntad.