Voragine
Rivera presenta en ella el honor y la violencia, eldesorden y la lucha titánica del hombre por la supervivencia; Nada de ruiseñores enamorados, nada de jardín versallesco nada de panoramas sentimentales. Aquí los responsos de sapos hidrópicos, aquí lasmalezas de cerros misantrópicos, los rebalses de caños podridos. Aquí la parásita afrodisiaca que llena el suelo de abejas muertas; la diversidad de flores inmundas que se contraen con sexualespalpitaciones y su olor pegajoso emborracha como una droga, la liana maligna cuya pelusa enceguese a los animales, la pringamosa que inflama la piel, la pepa del curujú que parece irisado globo y sólocontiene ceniza cáustica, la uva purgante, el corozo amargo.
La novela pinta la vida de los caucheros y la inicua explotación de los indios y mestizos que son esclavizados en el infierno verde.
En lasdescripciones de la selva, Rivera se muestra con pupila de poeta observador, y logra captar todos los detalles con extraordinario lirismo, y maravilla al lector, atónito ante la indómita naturaleza.Sigue en todo la teoría determinista, en esa lucha epopéyica del hombre contra la naturaleza. Lucha a muerte en selva y llano.
La novela, escrita en primera persona, le da un carácter autobiográfico.Arturo Cova, el hombre, el héroe, está admirablemente descrito en sus estados depresivos y de locura.
Rivera tuvo seguidores, entre ellos Rómulo Gallegos con su novela Canaíma y el brasileño Jorge...
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