Vuelven Jason Mott
¿Cómo reaccionarías si una persona
querida que murió tiempo atrás se
presentara un día en tu casa?
Harold y Lucille Hargrave han vivido
durante décadas con la pena de haber
perdido a su único hijo, Jacob, en un
trágico accidente en 1966. Ahora, ya
entrados en la tercera edad, disfrutan de
una vida tranquila. Hasta que un día, un
agente gubernamental aparece en su
puerta de la mano deJacob, que sigue
teniendo ocho años y el mismo aspecto
que tenía el día de su muerte.
A lo largo y ancho del mundo, los
muertos están volviendo del más allá.
Nadie sabe cómo ni porqué, o si se trata
de un milagro o un anuncio del fin de
nuestros días. Ni siquiera Harold y
Lucille saben cómo reaccionar ante la
vuelta de su hijo, lo que sí saben con
certeza es que se trata de Jacob.
JASON MOTTVuelven
Planeta
Sinopsis
¿Cómo reaccionarías si una
persona querida que murió
tiempo atrás se presentara un
día en tu casa?
Harold y Lucille Hargrave
han vivido durante décadas
con la pena de haber perdido
a su único hijo, Jacob, en un
trágico accidente en 1966.
Ahora, ya entrados en la
tercera edad, disfrutan de una
vida tranquila. Hasta que un
día, un agente gubernamental
aparece en su puertade la
mano de Jacob, que sigue
teniendo ocho años y el
mismo aspecto que tenía el
día de su muerte.
A lo largo y ancho del
mundo, los muertos están
volviendo del más allá. Nadie
sabe cómo ni porqué, o si se
trata de un milagro o un
anuncio del fin de nuestros
días. Ni siquiera Harold y
Lucille
saben
cómo
reaccionar ante la vuelta de
su hijo, lo que sí saben con
certeza es que se trata deJacob.
Autor: Mott, Jason
©2014, Planeta
ISBN: 9788408127284
Generado con: QualityEbook v0.72
UNO
ESE día, Harold abrió la puerta y se
encontró a un hombre negro vestido con
un elegante traje hecho a medida que le
sonreía. En un primer momento pensó en
echar mano de su escopeta, pero
entonces recordó que Lucille se la había
hecho vender hacía años por culpa de un
incidente con un predicadorambulante y
una discusión que había tenido que ver
con unos perros de caza.
—¿Puedo ayudarlo en algo? —
inquirió entornando los ojos para
protegerse del sol, cuya luz hacía que el
hombre de color pareciera aún más
oscuro.
—¿Señor Hargrave? —replicó éste.
—Supongo —dijo Harold.
—¿Quién es, Harold? —gritó Lucille
desde el interior. Se hallaba en la sala
de estar, indignada a causa del televisor.
Elpresentador del telediario estaba
hablando de Edmund Blithe, el primero
de los Regresados, y de cómo había
cambiado su vida ahora que volvía a
estar en este mundo.
—¿Es mejor la segunda vez? —
preguntó el presentador hablándole
directamente a la cámara, dejando la
respuesta
a
juicio
de
los
telespectadores.
El viento susurraba entre las ramas del
roble que se erguía en el jardín de
Harold, cerca de lacasa, pero el sol
estaba tan bajo que se filtraba
horizontalmente por debajo de ellas e
incidía en sus ojos. Se llevó una mano a
la frente a modo de visera pero, aun así,
el hombre de piel oscura y el muchacho
eran poco más que siluetas recortadas
sobre un fondo verde y azul de pinos que
se extendía más allá del jardín y de un
cielo sin nubes al otro lado de los
árboles. El hombre era delgado perode
complexión recia bajo el traje
impecable. El chiquillo, menudo para
los ocho o nueve años que Harold
supuso que debía de tener.
Parpadeó tratando de ver mejor a
contraluz.
—¿Quién es, Harold? —gritó Lucille
por segunda vez, tras darse cuenta de
que su primera pregunta no había
obtenido respuesta.
Harold permaneció en el umbral,
parpadeando como una luz de
emergencia mientras observaba alchiquillo, que absorbía una parte cada
vez mayor de su atención. Las sinapsis
se pusieron en marcha en lo más
recóndito de su mente, restallaron
cobrando vida y le dijeron quién era
aquel niño que acompañaba al forastero
de piel oscura. No obstante, estaba
convencido de que su cerebro se
equivocaba. Forzó a su mente a volver a
echar las cuentas, pero obtuvo la misma
respuesta.
En la sala de estar,...
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