Wake me up



Todo parecía oscuro, como hace un buen tiempo.No recordaba cuántos segundos, minutos , horas… tal vez hasta años había lidiado con el sentimiento de sentirme vacía al notar como las cosas a mi alrededor parecían querer disolverse como lo hace la nieve cuando el sol aparece sin previo aviso. La oscuridad me asustaba, hacía que todo en mi interior se revolviese sintiéndome presa del pánico,presa de la soledad a la que tanto le temía.
Nunca fui emocionalmente estable, no hay que dudarlo , sin embargo en “esos” momentos consideraba que todo podía debilitarme, que cualquier palabra de mal gusto o cualquier gesto que no me pareciera políticamente correcto podían quebrarme.
Escuchaba sus voces: La de mi padre tan grave y fría que me producía escalofríos en todo mi cuerpo y la de mimadre , la cual sonaba tan débil en comparación a la primera, tan frágil, quizás tanto como yo me sentía. Discusión tras discusión,insulto tras insulto y yo me encontraba en medio, sintiéndome horriblemente culpable por más que mi subconsciente me repitiera que no era mi falta, si lo era.
El dinero para ir a la universidad no era suficiente, desde esa afirmación los problemas regresaban.Si tansólo el pequeño empleo que había conseguido me dejase un poco más de dinero,si tan sólo me ascendieran… y la idea de torturarme a mi misma volvía a aparecer.
Si tan sólo fuese más bonita, si tuviese una cintura más delgada y un rostro más armonioso.
El estómago me dolía por no haber comido en casi todo el día, era mi forma de castigarme a mi misma por no poder ayudar a mis padres. Ellos no merecíanuna hija como yo.
Me levanté de la cama procurando no emitir ningún sonido extraño a estas horas de la madugada que alertaran a mis padres que algo andaba mal con su princesa.Ellos no debían darse cuenta que había vuelto a caer, que no había sido lo suficientemente valiente como para continuar una vida normal, como la mayoría de las chicas de mi edad.
Encendí la lámpara que procuraba una luztenue y , con desconfianza pura me planté frente al espejo. La camisa que usaba para dormir era bastante ancha pero corta por lo que lograba ver mis muslos. Los observé con asco, la misma reacción que experimenté al levantar la tela que cubría mi cuerpo , dejando relucir mi estómago. No podía evitar torturarme de esa manera. Una silenciosa lágrima resbaló de mi mejilla y supe , en ese momento que loque venía no era bueno. No podía aguantarlo, no más. Un par de segundos después, estaba acostada en la alfombra de mi habitación, llorando en silencio sin poder parar. Era como si mi corazón estuviese tan repleto de amargura que, al soltar una lágrima, las demás salieran libres, sin un cauce definido.
No estaba bien, nada estaba bien. El dolor en el pecho, en el corazón, no estaban bien.Necesitaba escuchar un “Todo estará bien” o que alguien me propinara un abrazo en el que me expresara que se preocupaban por mí… No necesitaba a cualquier persona. Lo necesitaba a él.
Tomé con torpeza y dificultad mi teléfono móvil, que se encontraba oculto entre las sábanas de mi cama, una vez entre mis manos busqué su número en la agenda y sin más preámbulos apreté el botón verde. Uno…dos…tres tonosy mi ansiedad aumentaba, al quinto, finalmente escuché su grave voz en mi oído, era casi una caricia.
-¿Hola?- Contestó adormilado y me sentí realmente estúpida y culpable por haberlo despertado a esas horas de la madrugada.
-Lo siento Harry, lo siento yo no quería…
-Sh…tranquila, estás muy nerviosa. Cuéntame que sucede, corazón.- Me logré calmar al escucharlo tan preocupado por mí. Mi mejoramigo…amigo.
-Tengo una crisis de angustia. Es más fuerte que yo , me odio , me odio. Mi psicóloga me dijo que te llamara cuando te necesitara porque eres el único que puede hacerlo, Harry me odio.-La angustia se dejó notar en el tono de mi voz. Sollozaba y me sentía quebrantable, así como el cristal.
-Si pudiera ir a verte ahora mismo lo haría ahora mismo pero…
Y la sensación de culpabilidad...