Wall E

Es el futuro después de la hecatombe y la Tierra se ha convertido en un inmenso vertedero. Los rastros de la civilización están sobre todo en las montañas de residuos, útiles en otra vida yaparentemente inservibles del todo en ésta. Pero también en un robot herrumbroso y cuadrangular que, en ese panorama desolador, sigue cumpliendo sus funciones con una estoicidad ejemplar.
«WALL·E, batallónde limpieza». El nuevo héroe, WALL·E —acrónimo en inglés, para algo así como «aparato terrestre para la eliminación de basura»—, está programado para prensar y retirar aquellos desechos que parecenocupar nada menos que toda la superficie terrestre. Una solitaria tarea de Sísifo que el robot lleva a cabo durante años y en la cual una cucaracha color caramelo se ha convertido en su única compañía.En ese tiempo, WALL·E ha desarrollado también algo parecido a una sensibilidad humana, mientras se entretiene coleccionando trastos insignificantes de la antigua civilización.
El verdadero ser humano,entre tanto, se ha desplazado al espacio, donde vive una vida placentera y cómoda, a la espera de poder regresar a la Tierra, si es que ésta vuelve a ser habitable. Para ello, una sonda blanca ypulcra, bautizada con el nombre de EVA —otro acrónimo perfectamente burocrático para designar las funciones del «evaluador extraterrestre de vegetación»—, buscan en la Tierra algún indicador de vidabiológica. Una planta, en resumen. Por ello, cuando encuentra un frágil tallo entre los trastos de WALL·E, EVA debe olvidarse de los flirteos con el prensador de basura para volver al espacio y preparar lavuelta de los hombres a su hábitat natural. La aventura está garantizada una vez que WALL·E, con una mirada encantadora que recordaran a ET, decide seguirla a toda costa, como corresponde al buenamor humano, que no se olvida ni se abandona. Después de haber destruido al piloto automático el capitán toma el control sobre la nave , una vez que sitúan ala planta en el lugar para el regreso, al...