Walter benjamin
Ópticas de la modernidad
VERSION RESUMIDA
Por Álvaro Cuadra
adraSantiago de Chile – 2009
Índice
Introducción
I
Ópticas de la Modernidad: De Julio Verne a Walter Benjamin
II
Ciudad y Barricada. Walter Benjamin: La tradición de los vencidos
III
Rayuela: Tiempo y Figuras. Walter Benjamin y Julio Cortázar
Apéndice: La obra de arte en la era de lahiperreproducibilidad digital
Manuscrito inédito / e-book Comentarios a: wynnkott@gmail.com Es propiedad intelectual nº: 114.238 Autorizada su reproducción Citando fuente y autor Santiago de Chile. Año 2009
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I.- Ópticas de la Modernidad: De Julio Verne a Walter Benjamin
“Chaque époque rêve la suivante”
Michelet
1.- Ciudad, espacio y tiempo
Desentrañar el pasado desde un inciertopresente es tarea de historiadores y filósofos. Imaginar el futuro desde un presente de la escritura es la tarea a la que se han aventurado algunos insignes escritores. El filósofo historiador y el escritor de ficción hurgan desde lo que es en aquello que no es. Se ha dicho que es el presente el que “inventa” tiempos alternos, así los surrealistas crearon a Rimbaud o Alfred Jarry, del mismo modocomo Kafka nos esclarece “Bartleby”, el oscuro amanuense concebido por Melville. Como en “Pierre Menard. Autor del Quijote”, debemos reconocer que si bien todo texto permanece idéntico a sí mismo, cada época es capaz de reinventarlo. Habría que repetir con Borges: “Pensar, analizar, inventar no son actos anómalos, son la normal respiración de la inteligencia. Glorificar el ocasional cumplimientode esa función, atesorar antiguos y ajenos pensamientos, recordar con incrédulo estupor lo que el doctor universalis pensó, es confesar nuestra languidez o nuestra barbarie. Todo hombre debe ser capaz de todas las ideas y entiendo que en el porvenir lo será” 1 Situados, pues, en nuestro indigente mundo “hipermoderno”, estamos convocados a rastrear estos viajes, recreando las cartas de navegación,las bitácoras y la calendariedad de aquellas épicas travesías por los
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Borges, J.L.: “Pierre Menard. Autor del Quijote”. Obras Completas. Buenos Aires. Emecé Editores. 1974: 450
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sinuosos mares del imaginario. Dos obras precarias, inacabadas, lúcidas y tristes al mismo tiempo, dos manuscritos que reclaman literalmente ser redescubiertos. Tal es el caso del “Libro de los Pasajes” deWalter Benjamin 2 y “Paris en el siglo XX” de Julio Verne 3 , cada uno a su modo, secreto “crononáuta” de esos otros océanos. Pensar París, en Benjamin es pensar la ciudad y la modernidad como una conjunción necesaria. Podríamos avanzar, incluso, que “pensar” en el sentido que le otorga a este verbo el pensador frankfurtiano es indisociable del “imaginar”, en el sentido lato en que lo entendieron lossurrealistas. Reflexión e imaginación constituyen los dos ejes de una “dialéctica de la mirada”. Por ello, nos parece más que pertinente contrastar esa mirada benjaminiana con aquella otra, anclada en la literatura prospectiva de Julio Verne. Mientras éste lleva al límite su imaginación para obligar a su presente a delatar un presunto futuro, aquél obliga a su presente a mostrar las cicatrices deun pasado. Un doble movimiento que lejos de excluirse el uno al otro se complementan en la conformación de una imagen que emerge detrás de la “brouillard des villes”. Filosofía y literatura comparecen, así, en el difuso borde en que la distinción entre racionalidad e imaginación queda abolida por la seducción como destino último. 4 Si Walter Benjamin nos legó una obra, en rigor, inexistente;Julio Verne irrumpe en nuestro siglo con un manuscrito desaparecido desde que fuera escrito en 1863 para ser redescubierto en 1989. Dos obras extraviadas o singulares, acaso correferentes, si se prefiere, pues, comparten una misma pasión objetivada: la ciudad de París. Aclaremos, París sólo exterioriza algo mucho más sutil en ambos autores. Se trata de develar “algo” que se escenificó y fluyó en...
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