Washaguashando

El rey que se equivoco de cuento
José Antonio Granados
En un castillo embrujado,
En tiempos de Queseyo,
Entre sus muros de enfado
Algo loco sucedió:
Erase que una pintura
del reyGestocaradura
por magia o por puro azar
cambio de tiempo y lugar.
Sucedió que, bruscamente,
del pasado fue al presente.
Cual seria su desconcierto,
se vio en medio de un desierto.
No se perdíala compostura
pero el calor lo obligo;
la sed le hizo travesura,
así fue que se movió.
Salió del marco sediento,
soplaba caliente el viento.
Camino por el largo rato,
se le descosió unzapato.
Con la calceta de fuera,
encontró una carretera.
Exclamo:-¡Que papelon¡
Pero pidió un aventón.
Una “chava” que iba en su auto
freno y dijo:-¡que vestuario¡;
ande suba, no sea cauto.
Elrey clamo estrafalario:
-¡A esta carreta, so rayos,
le hacen falta los caballos¡
¿Sera usted una visión
producto de mi emoción
o será acaso una bruja?
Ya sea cierto o sea mentira,
¡Ande,al reino de enseguida¡
La joven se sorprendió
pero después de un segundo
contra el rey arremetió:
-¡Ah, canijo vagabundo,
limosnero y con garrote¡
¿Piensa que soy de su corte?
¿Me ve cara detarada?
¡Bájeseme de volada¡
El jerarca obedeció,
pero el cuento ahí no paro.
Si acabara aquí, en despiste,
seria un final de mal chiste.
El monarca, muy de suyo,
así continuo su viajesacudiéndose el orgullo
y desgarrándose e linaje.
Anda que te anda y camino,
vio a lo lejos una esquina.
Por suerte o casualidad
llego al fin a una ciudad.
Tres tipos al verlo triste
lotomaron por mal chiste;
se rieron a sus costillas,
claro, verlo hacia cosquillas.
Se le hacia rara escultura
la calle de aquel lugar;
solo un circo -¡que locura!
Le pareció familiar.
Antes dedecir su nombre
y “Monarca de Sabedonde”
el empresario- ¡Quercaso!-
lo contrato de payaso.
Por sed, hambre o por lo mismo
aprendió malabarismo.
Disfrazado de feliz
se enfado de su nariz....