We Know C

 Capítulo 3.- Adam

Esto es un asco.
Un completo asco.
Mi castigo de servicio social era nada más y nada menos que despegar las gomas de mascar de las mesas de la cafetería.
No sé qué ganan con pegar esta porquería aquí, solo llevo dos mesas y la mitad de la bolsa ya esta llena.
-Estúpida Madeleine, estúpida directora, estúpida vida- Era lo único que repetía en mi mente. Oh eso creí.-Madeleine si es una estúpida, la vida un poco, pero nunca pensé que mi tía lo fuera…-
Volteo asustada por aquella voz e intentando levantarme, pero olvido que estoy debajo de la mesa y golpeo mi cabeza.
-¡Auch!- Exclamo.
Siento unos brazos levantar me y preguntando algo, pero no puedo entender lo que dice por que la parecer el golpe me aturdió.
-¿Estas bien? No quería asustar te lo siento, lo sientotanto- cuando logre comprender lo que me decía, subí mi mirada y me pude topar con unos muy lindo ojos azules…
-Lo estoy, gracia… ya puedes soltarme- le dije al notar aun sus manos en mi cadera.
Se sonroja y retira las manos lentamente.
-De verdad lo lamento…-
-No te preocupes, no dolió tanto- le doy una sonrisa y el hace lo mismo.
“…nunca pensé que mi tía lo fuera…”
Oh Dios mío. Él debe de estarbromeando.
-¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?- al parecer noto como mi rostro cambio cuando esas palabras regresaron a mí.
-Di me que no eres el sobrino de la directora-
-No soy el sobrino de la directora- dijo y rio al mismo tiempo.
-Por favor, no juegues. ¿Lo eres?- le pregunte asustada
-Está bien. Si lo soy, pero no te preocupes que no le diré que tu acabas de decir le estúpida- Y rio más.-Gracias…- dije más tranquila, porque aunque no lo crean, creí en sus palabras.-
Después de dos largos minutos con un silencio incomodo, él habla.
-Adam West- me tiende su mano
-Camila Cabello- le sonrió y tomo su mano. Nos soltamos y entonces el vuelve a hablar.
-Así que Camila… ¿Eres nueva?- pregunta.
Rio por la tonta pregunta que acaba de hacer y porque el al darse cuenta de eso se sonroja de nuevo.
Unsonido se escucha y nos damos cuenta que es su celular.
-Este… tengo que irme, fue un gusto conocerte Cabello- me giña un ojo- Me gustaría hablar de nuevo… ¿te parece si mañana te sientas conmigo y mis amigos? Para conocernos mejor.-
Sonrío ante la idea, pero recuerdo a mis amigas.
-No puedo, mis amigas también son nuevas y…-
-Perfecto. Tus amigas y tú, mañana se sentaran con mis amigos y yo.-empieza a caminar de espaldas a la salida sin dejar de verme- hasta mañana Cabello-
-Hasta mañana West- y vuelvo a reír cuando se topa con otra mesa pero mantiene el equilibrio y lo veo salir.
Pero mi risa y sonrisa se borran cuando recuerdo que tengo mucho trabajo por hacer.

(...)

Clase de Literatura ¡Genial! Una de mis favoritas.
Voy camino hacia la clase, pero creo que estoy perdida y es aquídonde me arrepiento de no haber puesto atención al recorrido que nos dio Sofía, en vez de estar cantando con mis audífonos puestos.
-Vamos, vamos Camila, trata de recordar el camino hacia la casita de caramelos- rio sola al darme cuenta de lo infantil que puedo ser.
¿Saben cuánto tiempo tenemos de tolerancia para llegar a clase? 15 minutos. Y por lo que veo, solo me quedan 3 minutos para llegar.Pero como Dios me ama tanto, me muestra la puerta de la salvación. La puerta de la clase de Literatura.
Toco la puerta y una señora de 50 años o menos aparece, debe de ser la profesora.
-¿Qué se le ofrece señorita?-
-Eh… yo soy de esta clase-
-Pase, pero no quiero que se vuelva a repetir esto, no más retrasos ¿señorita…?-
-Cabello- digo rápidamente y entro al salón, trato de localizar un sitio y muyal final de la última fila hay un puesto así que me dirijo hacia ahí.
Claro que con todas las miradas de las personas que están ahí, pero no le doy mucha importancia.
Cuando termina la clase y salgo no puedo dejar de sentir esa sensación de que alguien me mira, pero por más que volteo para encontrar una mirada, no hay nada.
Todo el día sentí esa sensación y trate de ignorar la pero no...