Weckmann Colón
Páginas: 10 (2324 palabras)
Publicado: 5 de noviembre de 2015
Luis Weckmann, “Cristóbal Colón navegante místico”, Revista de Historia de América, núm. 110 (julio-diciembre de 1990), pp. 65-70.
Cristóbal Colón, ilustre navegante genovés y primer eslabón entre el Viejo Mundo y la América hispánica, aparece bajo una luz más clara y sus ideales y acciones son más comprensibles si lo consideramos no tanto como el primero de los navegantes modernos sino másbien como el último de los viajeros medievales.
Gran piloto y astuto hombre de empresa, fue Colón al mismo tiempo un hombre de profunda vocación mística. En su nombre mismo, que significa “el que porta a Cristo", llevaba corno bandera la misión que, según lo entendía, lo conducía más allá de los mares, nombre que destaca siempre en su autógrafo latinizado a “Christopherens”.
Tesonero organizador delprimer viaje que pone en relación a dos mundos, Colón fue hombre de su tiempo, que era el de las postrimerías de la Edad Media especialmente en España, que a fines del siglo xv alcanzaba apenas la madurez de su civilización medieval. La primera expedición colombina, que lleva al descubrimiento por los europeos de América y a su eventual colonización y conquista, es juzgada con razón por loshistoriadores españoles ---y no sólo por ellos--- como la última de las cruzadas y más concretamente como continuación de la cruzada ibérica, la Reconquista, en que se habían empeñado los cristianos de la península desde el siglo vii para darle buen fin, con la conquista de Granada, en las postrimerías del xv. Es significativo que las Capitulaciones concertadas entre los Reyes Católicos y Colón fueronfirmadas durante el sitio de Granada, de tal manera que los viajes de exploración y conquista del Nuevo Mundo fueron en cierto modo, y así lo destacan los cronistas españoles, una prolongación de la lucha entre cristianos e “infieles”.
El ilustre marino genovés, cuya vida y obra han sido en fecha reciente meticulosamente registradas en los cuatro volúmenes, que ya son clásicos de Paolo EmilioTaviani, buscaba el Poniente por el Levante, y de él antes que nada las islas de las Especias y otra más, fabulosas, que Marco Polo y los enciclopedistas medievales colocaban en el Mar Tenebroso frente a las costas de Asia: las islas de San Brandán, de las Siete Ciudades o Antilla, de Matinino, de Brazil, etc. Fueron estas islas las que creyó haber encontrado, y con las cuales Alejandro VI invistió ala reina de Castilla en la Bula Alejandrina del 4 de mayo de 1493, casi ciertamente redactada por Colón mismo, sobre la base de una vieja doctrina medieval (expuesta en mis Bulas Alejandrinas de 1493, México, unam, 1949) según la cual 1os pontífices romanos poseían la soberanía sobre todas las islas, doctrina que tuvo numerosas aplicaciones durante el Medioevo en los mares europeos y derivada deuna interpretación de la llamada Donación d» Constantino. Ya desde 1502 la mítica isla de las Siete Ciudades tomó forma y los cartógrafos describen “las Antillas del Rei de Castella”.
Hombre de su tiempo, lo repito, Colón en sus cuatro viajes buscó afanosamente no sólo tierras míticas, como Alfa y Omega, y como Ofir y Tarsis, sino también hombres caudatos, amazonas, sirenas, (a las que con fundiócon manatíes), cíclopes, sierpes y dragones, y otras maravillas que los mapamundos medievales colocaban en la periferia del Asia. Con sus antiparras medievales, por así decirlo, bien puestas. Colón nunca captó los rasgos singulares del paisaje americano, cautivo como estaba de los elementos invariables del dolce stil nuovo: por ejemplo cuando compara el tocado de ciertas indias con el que usan“las dueñas de Castilla”, cuando cree escuchar el canto del ruiseñor en La Española, o cuando compara el aire templado de Andalucía con el mar de los Sargazos, revela más bien su propio horizonte mental.
Es también pertinente recordar que los títulos que por concesión real ostentaba el Descubridor eran todos de raigambre medieval: los de Adelantado Mayor, de Almirante (basado éste con todos los...
Cristóbal Colón, ilustre navegante genovés y primer eslabón entre el Viejo Mundo y la América hispánica, aparece bajo una luz más clara y sus ideales y acciones son más comprensibles si lo consideramos no tanto como el primero de los navegantes modernos sino másbien como el último de los viajeros medievales.
Gran piloto y astuto hombre de empresa, fue Colón al mismo tiempo un hombre de profunda vocación mística. En su nombre mismo, que significa “el que porta a Cristo", llevaba corno bandera la misión que, según lo entendía, lo conducía más allá de los mares, nombre que destaca siempre en su autógrafo latinizado a “Christopherens”.
Tesonero organizador delprimer viaje que pone en relación a dos mundos, Colón fue hombre de su tiempo, que era el de las postrimerías de la Edad Media especialmente en España, que a fines del siglo xv alcanzaba apenas la madurez de su civilización medieval. La primera expedición colombina, que lleva al descubrimiento por los europeos de América y a su eventual colonización y conquista, es juzgada con razón por loshistoriadores españoles ---y no sólo por ellos--- como la última de las cruzadas y más concretamente como continuación de la cruzada ibérica, la Reconquista, en que se habían empeñado los cristianos de la península desde el siglo vii para darle buen fin, con la conquista de Granada, en las postrimerías del xv. Es significativo que las Capitulaciones concertadas entre los Reyes Católicos y Colón fueronfirmadas durante el sitio de Granada, de tal manera que los viajes de exploración y conquista del Nuevo Mundo fueron en cierto modo, y así lo destacan los cronistas españoles, una prolongación de la lucha entre cristianos e “infieles”.
El ilustre marino genovés, cuya vida y obra han sido en fecha reciente meticulosamente registradas en los cuatro volúmenes, que ya son clásicos de Paolo EmilioTaviani, buscaba el Poniente por el Levante, y de él antes que nada las islas de las Especias y otra más, fabulosas, que Marco Polo y los enciclopedistas medievales colocaban en el Mar Tenebroso frente a las costas de Asia: las islas de San Brandán, de las Siete Ciudades o Antilla, de Matinino, de Brazil, etc. Fueron estas islas las que creyó haber encontrado, y con las cuales Alejandro VI invistió ala reina de Castilla en la Bula Alejandrina del 4 de mayo de 1493, casi ciertamente redactada por Colón mismo, sobre la base de una vieja doctrina medieval (expuesta en mis Bulas Alejandrinas de 1493, México, unam, 1949) según la cual 1os pontífices romanos poseían la soberanía sobre todas las islas, doctrina que tuvo numerosas aplicaciones durante el Medioevo en los mares europeos y derivada deuna interpretación de la llamada Donación d» Constantino. Ya desde 1502 la mítica isla de las Siete Ciudades tomó forma y los cartógrafos describen “las Antillas del Rei de Castella”.
Hombre de su tiempo, lo repito, Colón en sus cuatro viajes buscó afanosamente no sólo tierras míticas, como Alfa y Omega, y como Ofir y Tarsis, sino también hombres caudatos, amazonas, sirenas, (a las que con fundiócon manatíes), cíclopes, sierpes y dragones, y otras maravillas que los mapamundos medievales colocaban en la periferia del Asia. Con sus antiparras medievales, por así decirlo, bien puestas. Colón nunca captó los rasgos singulares del paisaje americano, cautivo como estaba de los elementos invariables del dolce stil nuovo: por ejemplo cuando compara el tocado de ciertas indias con el que usan“las dueñas de Castilla”, cuando cree escuchar el canto del ruiseñor en La Española, o cuando compara el aire templado de Andalucía con el mar de los Sargazos, revela más bien su propio horizonte mental.
Es también pertinente recordar que los títulos que por concesión real ostentaba el Descubridor eran todos de raigambre medieval: los de Adelantado Mayor, de Almirante (basado éste con todos los...
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