Weegee, la imagen de una época

Weegee, la imagen de una época

NATANAEL BELLO PEDREÑO

Sitúense. Nueva York, años treinta del siglo XX. Una imagen en blanco y negro. Varios coches de bomberos se sitúan delante de un edificioen llamas. En medio del caos se intuye el ajetreo por apagar el incendio. Un mar de mangueras inunda la acera y los chorros de agua a presión apuntan hacia la ventana desde la que emana el humo quebaña el paisaje. Lo que se observa es el reflejo de una época, quien lo refleja es Weegee, un referente para el fotoperiodismo que difícilmente se pueda volver a repetir.

Y no es que hayan dejado deexistir los buenos fotógrafos de la información. Las condiciones de la sociedad en la que vivimos son diferentes. ¿Quién podría trabajar hoy con una radio de la policía en su coche? Se podría llegar elprimero a la escena de un crimen pero, ¿qué periódico publicaría las fotos del cadáver plenamente identificable? Vivimos otra época, con otros parámetros morales y eso es lo que dificulta y limita laaparición de este fenómeno.

Weegee era el seudónimo de Arthur Fellig, nombre con el que fue rebautizado Usher Fellig al llegar a los Estados Unidos en 1911 desde la región de Ucrania. Un momento enel que el sueño americano atrae como un imán a miles de emigrantes que buscan cumplir sus deseos de prosperidad. Arthur Fellig trabaja desde 1923 en la agencia de fotografía Acme que surtía deimágenes a los periódicos World Telegram, Herald Tribune y Daily News. A mediados de los años treinta la cuantía de sus contactos, entre ellos los de la propia policía, le posibilita trabajar en solitario.Las fotografías de incendios es una de sus temáticas, pero Weegee también se encargó de fotografiar imágenes de la vida cotidiana de los barrios de Nueva York, de inmortalizar a las estrellas delmomento con sus retratos o de captar las instantáneas de los crímenes, cuadros que parecen sacados de una novela de gángsters o del mejor cine negro.

Imagínense otra imagen en blanco y negro. Una...