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Tres narradores mexicanos

Del cuento
y otros lugares
Rodolfo Mendoza Rosendo
I. Brevísimo panorama

L

a tradición cuentística en México se constituye, ya en forma, en el siglo XIX. No
podemos decir que las narraciones prehispánicas
(azteca, tolteca, tlaxcalteca, maya) fueron tomadas como la raíz genésica del cuento mexicano,
pues aquellos relatos se quedaron casi exclusivamente enel ámbito oral. Para los escritores
(mestizos ya todos) del siglo XIX, los temas, la
constitución y la forma del cuento tendían más
hacia una estética europea. Así, se ha dado en
mencionar a José Joaquín Fernández de Lizardi
como el fundador del cuento mexicano, con la
publicación de “Ridentem dicere verum ¿quid
vetat?” (1814) y “Los paseos de la verdad” (1815).
Siglo de evolución, deexperimentación y yerros, el XIX transcurrió por el costumbrismo, el
romanticismo, el indianismo y el cuento histórico.
Fue con la obra de José María Roa Bárcena, Vicente Riva Palacio e Ignacio Manuel Altamirano
que el cuento mexicano alcanzó un horizonte
de madurez.

II. Tránsito

Debemos a la obra de Pedro Castera, Justo
Sierra, José López Portillo y Rojas, Manuel Gutiérrez Nájera, CarlosDíaz Dufoo, Rafael Delgado, Federico Gamboa, Amado Nervo y Mariano
Azuela, entre muchos otros, el tránsito literario

entre el siglo XIX y el XX. Estos autores cultivaron con maestría el realismo, el modernismo, el
nacionalismo y el regionalismo.
En el caso específico de Mariano Azuela, es
este autor quien ofrece con su novela Los de abajo
una de las visiones más completas de la RevoluciónMexicana, tema que será sobradamente
abordado por los narradores del siglo XX.

III. El cuento moderno

Sin duda, el siglo XX ha sido el periodo de
mayor producción cuentística. Habrá que decir
que con el Ateneo de la Juventud, el cuento en
México recorre los temas más diversos y acaso
inéditos para la literatura mexicana. El grupo
conformado por José Vasconcelos, Alfonso Reyes,
CarlosGonzález Peña, Mariano Silva y Aceves,
Julio Torri y Martín Luis Guzmán transformó la
narrativa; gracias a ellos la literatura mexicana
pudo conocer, por vez primera, microrrelatos,
cuentos-ensayos, cuentos aforísticos, cuentos
con una gran carga lírica, humorísticos, cuentos
sobrenaturales, fantásticos. Fue gracias a la obra
de los arriba mencionados que el cuento salió
de la casilla en laque se encontraba y empezó
a combinarse y adaptarse a un ambiente más
amplio, universal.
Los años que van de 1940 a 1955 son los años
que marcan un hito en la literatura mexicana.

E

Aquí ven la luz las obras de las máximas glorias
cuentísticas de nuestro país: Efrén Hernández,
José Revueltas, Juan José Arreola, Francisco Tario, Juan Rulfo y Edmundo Valadés.
Inmediatamente posterior aestos años empieza a fraguarse la obra de autores que no le van
en zaga a sus predecesores: Carlos Fuentes, José
Emilio Pacheco, Amparo Dávila, Vicente Leñero,
Jorge López Páez, Sergio Pitol, Emilio Carballido,
Sergio Galindo, Juan Vicente Melo, Juan García
Ponce, Inés Arredondo, Rosario Castellanos,
Jorge Ibargüengoitia, Salvador Elizondo, José
de la Colina, autores todos ellos de una obravaliosísima para las letras en lengua española;
la fama de algunos de ellos ha sobrepasado las
fronteras de nuestro país, y le han dado a éste
un lugar dentro de las letras internacionales.
Con una obra universal, erudita, experimental,
polifónica, fuertemente sexual —en algunos
casos—, homosexual —en otros—, heterodoxa
pues, estos autores son considerados las voces más
representativasde las letras modernas en México.

IV. Una vuelta de tuerca

Como respuesta a la anterior estética —que
apostaba por una literatura total (si cabe el término), una obra que debía ser universal— surge
a mitad de la década de 1960 la literatura de
La Onda, teniendo como principal exponente a
José Agustín, quien en 1964 publicara su célebre
La tumba. Inmediatamente después de ese año...