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Páginas: 22 (5313 palabras)
Publicado: 26 de noviembre de 2013
Homero Manzi
“–A vo te gusta el tango, pibe, ¿eh?
-Sí, claro –respondió Martín con cautela.
-Qué bueno. Porque ahora, te voy a ser sincero, la nueva generación no sabe ya nada de tango. Meta frostró y todo eso merengue de bolero, de rumba, toda esa payasada. El tango e algo serio, algo profundo. Te habla al alma. Tehace pensar.
Se sentó en la cama y se quedó cavilando.
-Pero –dijo- todo eso pasó. A veces me pongo a pensar, pibe, que a este país todo ya pasó, todo lo bueno se fue pa no volver, como dice el tango. Lo mismo el tango que el fóbal, que el carnaval, que el corso, ma qué sé yo. Y cuando alguno de eso payaso te quiere hacer tango nuevo, pa qué vamo a hablar. El tango tiene que ser tango o nada. Yeso terminó, pibe, ponéle la firma. E algo que te parte el corazón, pero e una verdá grande como una casa.”
Ernesto Sábato, Sobre héroes y tumbas.
I
En la introducción a su ensayo, Carlos Mina dice: “realizar un estudio sobre el tango en el siglo XXI tal vez podría ser tildado de empresa nostálgica, autocomplaciente o desconectada de los problemas actuales de nuestra sociedad, necesitadamás bien de otro tipo de aportes.” Nos resulta realmente interesante percibir como el análisis de ciertos estilos musicales tiende a ser la proyección de la identidad de quien está llevando la investigación, configurándose claramente un círculo hermenéutico muy acabado entre la historia misma del investigador y el objeto de estudio –musical- que ha decidido. Esto porque si bien el estudio del tangoen Chile no ha sido llevado a cabo de manera masificada a pesar de la enorme importancia que tuvo este género musical en los barrios urbanos de la ciudad de Santiago, quienes si lo han hecho, en sus trabajos las barreras entre la objetividad del estudio y los sentimientos que el propio tango provoca, se difuminan de manera muy fácil. Y es que el tango ofrece una identificación con todo lo que nospertenece y con aquello que nos ha sido quitado, con lo que necesitamos y con lo que ya hemos hecho nuestro, por lo que estudiar el tango no es más que una confesión –muy similar al estilo de San Agustín de Hipona- que busca desentrañar deseos ocultos propios de cada persona.
El escritor argentino Ernesto Sábato menciona, en relación con lo anteriormente dicho, que “(…) el porteño que se bailaun tango lo hace para meditar en su suerte (que generalmente es grela) o para redondear malos pensamientos sobre la estructura general de la existencia humana.” O sea, el escuchar o el participar de las instancias que el tango ofrecía era retrotraerse a sí mismo para re-ubicar su estado dentro de la conformación de un mundo que, por sobre todas las cosas y en el especial siglo XX, ha sido unverdadero cambalache. Y en cierto modo, no resulta anormal acercarse a la nostalgia y a la emocionalidad que esta música ofrece incluso a quien se propone mirar –o escuchar- desde la distancia.
En este sentido, el presente trabajo busca rescatar aquella mirada subalterna que el tango otorga a quienes lo ocuparon como una forma de identificación urbana en el Chile de mediados del siglo XX, intentandoenfocar nuestro análisis en la capacidad que tuvieron las personas de aquel tiempo para reflejar su emocionalidad y sus necesidades materiales a través de la práctica del tango, distanciándose con ello de la sintonía que trataba de imponer el Estado y la Academia con respecto a lo considerado por “popular” y “chileno”. Dentro de esta lógica, este trabajo aborda un período que se inicia con ladécada del ’30, época en que la sociedad santiaguina se complejiza tanto cuantitativa como cualitativamente, hasta la década del ’50, en donde se cristalizan las prácticas del tango en la población urbana por medio de clubes sociales. Para ello, es precisa la utilización de una epistemología que nos ayude a entender este cruce de ideas entre el discurso hegemónico y las mismas prácticas culturales...
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