whruwry

Páginas: 5 (1106 palabras) Publicado: 7 de mayo de 2014
Una historia más.

*24 de Marzo de 1976*
Mi nombre es Carolina. Tengo 36 años y un hijo de tres llamado Franco. Mi esposo, llamado Eduardo, es militar y viene cada muy poco a casa. Vivimos cerca de la casa de gobierno, donde está ocurriendo todo el caos de uno, de los posibles más importantes, golpes de Estado.
Todos los días desdehace casi dos años, salgo a la calle con el miedo de que un militar me quite a lo más preciado que tengo: mi hijo.
Mi familia… Bueno, lo que quedó. Tengo una hermana que vive en Uruguay, alejada de la masacre que se sufre acá todos los días. Soy una de las muchas hijas de desaparecidos. Me adoptó una familia a los 10 años. Recuerdoque estaba en una habitación junto a otras cuatro personas, y también era Golpe de Estado. Un día, vino el ‘‘comandante’’ Gómez (como quería que lo llamemos) y me arrastró fuera de esa habitación, ordenándome que me comportara… ¡Como si lo fuera a desobedecer!. Me adoptó una pareja que tenia otra hija que si era de ellos. Con el tiempo, toméa esa familia como la familia que no tuve.

Devuelta a lo que me pasa ahora, Franco estaba llorando. Él tenía hambre y ya no había comida. Eran las 23:00 y por el ‘toque de queda’, ya no se podía salir. No sabía que hacer. Estaba entre la espada y la pared. Afuera hacía calor, pero sin darle importancia a eso, me puse un abrigopara esconder a Franco.
Me asomé a la ventana. Gente peleando y otras yendo a la casa de Gobierno. Por alguna razón, esto no me sorprendía. Tomé algo de dinero y lo guardé en uno de los bolsillos de mi camperón, luego tomé a Franco en brazos abrazándolo con fuerza. No tenía opción, tenia que llevarlo conmigo. Suspiré y abrí la puerta.
Conel pulso a mil, asomé la cabeza. Cada uno estaba en lo suyo, sin fijarse en lo ajeno. Salí y cerré la puerta.
Con temor, empecé a correr en dirección al mercado más cercano que quedaba a tres cuadras.

La gente cegada, pasaba rozándome, bah, rozándonos, ya que iba con Franco.

Llegamos al mercado y bajé a Franco. Lo dejé con cuidadoen el piso.
Saludé a Micaela, la empleada, y fui a buscar un paquete de fideos de la mano de Franco.
Agarré el paquete y sentí que tiraban de mi brazo. Cuando miré, un militar tenía en brazos a mi bebé.
-Saliendo tarde, ¿Cierto? – dijo con una voz firme. Franco empezó a llorar y a mi me empezaron a caer las primeras lágrimas. Agaché micabeza con arrepentimiento - ¡RESPONDA! – ordenó casi en un grito.
-Disculpe – susurré entrecortadamente. Levanté la cabeza y vi a Franco tratando de bajarse del militar, cosa que no podía.
-Le tengo un lugar donde lo pensará dos veces antes de hacer algo – dijo furioso - ¡JONSON! – Gritó y vino otro señor vestido igual que él –Llévesela – ordenóseñalándome.
Quise huir, pero fallé en el intento y me agarraron fuerte de los brazos.
-Y no se preocupe por él – dijo mirando a mi hijo – Está en buenas manos.
-¡HIJO DE PUTA! – grité con furia y lástima.
Comencé a llorar, de coraje, miedo y tristeza.
El tal Jonson me golpeó en el estómago, dejándome tirada en el suelo, revolcándome de dolor.Lo último que recuerdo es un pie oculto en una bota, acercándose a mi cara.

(…)
Desperté en el suelo de un cuarto gris. Había un inodoro y dos camas. Al ver las rejas de una pared, me di cuenta que estaba en una habitación de la cárcel.
Me levanté y quise sacar mi cabeza entre las rejas del metal duro.
-¡Quiero a mi hijo! –...
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