Wilhelm Hauff El enano narizotas, El corazón frío y otras narraciones
Wilhelm Hauff: El enano narizotas, El corazón frío y otras narraciones (1826/27)*
Egon Schwarz
Traducción de Martín Salinas
1. Acerca de la recepción
Wilhelm Hauff vivió solo 25 años. Su período de creación intensa duró casi tres años, 1825, 1826, y 1827. La actividad desarrollada en estos pocos años, sin embargo, le bastó al joven para conquistar un gran nombre literario. De estagloria hoy queda poco. Ya “hacia 1830”, así escribe un conocedor de la escena, “muy raramente hablaban de él entre los autores jóvenes de Würtemberg”1. La imitación que hizo Hauff de la novela trivial Der Mann in der Mond [El hombre en la luna] es hoy valorada tan solo como objeto de una contienda literaria de comienzos del siglo XIX, con un epílogo jurídico. A pesar de que con la “saga romántica”Lichtenstein, tras las huellas de Walter Scott, cuenta como fundador de la novela histórica en Alemania, esta obra desempeña tan solo un pequeño papel en la conciencia de la opinión pública literaria. Die Mitteilungen aus den Memoiren des Satans [Comunicaciones de las memorias de Satán] y Die Phantasien im Bremer Ratskeller [Las faintasías en el ayuntamiento de Bremen], en otro tiempo narracionesapreciadas, mantienen una existencia de sombras tan solo en las enciclopedias, historias de la literatura, y tesis de doctorado. Pues también el interés de la crítica literaria en Hauff ha disminuido mucho. Solo los cuentos maravillosos, publicados originariamente en los almanaques populares2, viven aún. “Por causa de ellos”, escribe Fritz Martini, “es todavía conocido el nombre de Hauff, porcausa de ellos es publicado este una y otra vez. Estos cuentos maravillosos ingresaron en la literatura universal, así como ellos mismos, por cierto, habían sido extraídos por su narrador –en cuanto a temas y formas– de la literatura universal”3. Pero también el gremio de los historiadores de la literatura hizo comentarios maliciosos acerca de ellos: que son epigonales que fueron copiadoseclécticamente a partir de las más diversas fuentes4, que poseen una afinidad fatal con la literatura trivial5. Sin embargo, con estos relatos6 le sucede a Hauff lo que Lessing deseaba que le ocurriera al escritor influyente en su famoso cuarteto: que fuera menos ensalzado y, a cambio, más leído. Prueba esto la historia de la publicación, que registra una larga cadena de nuevas ediciones desde 19457. Almargen de si el público contemporáneo entendió o no de esta manera los cuentos maravillosos, estos se convirtieron cada vez más exclusivamente en lectura infantil. Que ellos fueron entendidos así por su autor, se infiere de la alegoría de la introducción a su primer almanaque, donde el Cuento personificado –despreciado y maltratado por los adultos– es enviado por su madre, Fantasía, a los niños: “Silos mayores, embelesados por la moda, te tienen en poco, vuélvete hacia los pequeños, que en verdad son mis favoritos”8. Así permanece hasta hoy. Como narrador de cuentos maravillosos o historias maravillosas con un sesgo fantástico, espectral o humorístico-satírico sobrevive Hauff aun hoy en la memoria de incontables hombres de habla alemana –pero no solo alemanes– que alguna vez fueron niños.II. Interpretación
El atractivo, que estas narraciones han irradiado por más de 150 años sobre generaciones de niños, es fácilmente comprensible. El suntuoso esplendor de Oriente se funde en ellos con la oscuridad crepuscular de los bosques vernáculos, la austera arrogancia de los habitantes nómades del desierto se mezcla con el confortable refugio de la tierra alemana. Lo que en otros casos estádesperdigado en libros diversos, y resulta difícilmente accesible para el niño, se encuentra aquí reunido en un solo lugar como en la cámara del tesoro. Y la sustancia del cuento maravilloso, que le ofrece a la fantasía juvenil el mejor alimento, lo mágico y lo sobrenatural, se ha derramado ampliamente sobre estas narraciones. Transformaciones y disfraces, hechizos y liberaciones, apariciones...
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