William Waler
Y como suele pasar en muchos casos, la cosa acaba saliéndose de madre porque el ser humano es como es (el nuevo gobierno no quiere compartir el poder con el mercenario y el mercenario se cree con derecho a intervenir en los asuntos del país en lugar de ceñirse alpapel de discreto perro guardián de Míster Dólar).
Los mimbres de la situación son pues 100% reales y 25 años después de su filmación continúa siendo un actual instrumendo de crítica al imperialismo económico que mueve el mundo (no en vano, fíjense en el reciente caso de ese cruel dictador que cometió el error de darle le patada a la compañía norteamericana que explotaba sus pozos de petróleo paradar entrada a compañías europeas... acabó acusado falsamente de algo, invadido, derrocado, ahorcado y ¿a que no saben adivinar quién vuelve a explotar los pozos de petróleo de su país?).
El problema de la película es que a pesar de tener un buen mensaje no lo expresa de manera adecuada. "Walker" padece una sobredosis de histrionismo exagerado que termina por sepultar la crítica a ojos del nosotroslas personas, que se queda con el estrambótico y muchas veces desquiciado exterior. Además, en medio de este argumento tan propenso al exceso, las (creo yo) ingeniosas referencias que nos advierten de que esto en el presente también se da (por ej. ese coche que surge de la nada y que podría perfectamente transportar a los revolucionarios que sabemos que van en la calesa que hay detrás) terminanpor quedar tan descolocadas y caóticas como las situaciones en las que se enmarcan (spoiler).
GUERRA NACIONAL
El inesperado asesinato del Presidente Estrada, llenó de consternación a los defensores de la legitimidad. A la pérdida de aquel jefe tenían que agregar lo dificultoso de su situación. Careciendo de otro jefe a quien proclamar, en defecto de Estrada, con visos de legalidad.
Se recordará queel improvisado Congreso Legislativo de Granada insaculó, en falta de los Senadores que señalaba la Constitución de 1854 para llenar la vacante de Presidente, á ex-Diputados de la última Asamblea. Los pliegos que designaban a aquellos se habían perdido en Granada, cuando la sorpresa Walker.
Estrada, que preveía su muerte, queriendo salvar el principio de la legitimidad, se invistió, en nombre deésta y por sí y ante sí, de las atribuciones especiales del Poder Legislativo del Estado, y procedió a disponer la sucesión presidencial, designando a seis ex-Diputados legitimistas de su mayor confianza, cuyos nombres rubricó, cerró, y selló en seis distintos pliegos, que deberían ser tomados indistintamente y por orden sucesivo en caso de falta repentina.
La previsión del finado Presidente vinoa resultar inútil, porque los pliegos, que caminaban siempre en su equipaje, cayeron con sus demás papeles en poder del enemigo.
La dificultad era, o parecía ser suprema para unos hombres tan apegados a las fórmulas legales, como los legitimistas, cuando llegó en su auxilio una casualidad tan rara, que pudiera calificarse de milagros, Los asesinos de Estrada, al retirarse de Somoto, botaron sinabrirlo, ni ajarlo siquiera, uno de los anhelados pliegos, que recogió en la calle una piadosa señora, la que ignoraba su contenido lo llevó intacto al párroco del pueblo, quien a su vez, lo depositó de la misma manera en manos de uno de los jefes expedicionarios legitimistas.
Aquel pliego providencial, que pudo pasar por tantas manos sin despertar la curiosidad de abrirlo, fue conducido a la...
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