Wim Delvoye. Sex-Rays:La pulsión escópica y la pos pornografía.

Wim Delvoye: Sex-Rays. La pulsión escópica y la pos pornografía
Promesa de duración, de permanencia –contra el pasaje del tiempo-. He aquí lo que las imágenes nos ofrecen, lo que nos entregan, lo que buscamos en ellas (Brea 2010, p. 9).
Promesa de eternidad
“Promesa de eternidad” es el nombre del primer acápite de la primera de las lecturas que Brea hace en su texto “Las tres eras de laimagen. Imagen-materia, film, e-image” (2010), cuya feliz resonancia y el caudal cognitivo expresado en el epígrafe, me permite arbitrariamente iniciar un desplazamiento introductorio que nos abrirá caminos que posibiliten entender el vínculo entre la obra de Wim Delvoye y la pos pornografía, utilizando como puente el concepto de pulsión escópica.
“Todos los hombres por naturaleza desean saber”,afirmaba enfáticamente Aristóteles (1994), al decir de Andrónico de Rodas, en el siglo IV A. de C., y fundamentaba:
Señal de ello es el amor a las sensaciones. Éstas, en efecto, son amadas por sí mismas, incluso al margen de su utilidad y más que todas las demás, las sensaciones visuales. Y es que no sólo en orden a la acción, sino cuando vamos a actuar, preferimos la visión a todas –digámoslo-las demás. La razón estriba en que ésta es, de las sensaciones, la que más nos hace conocer y muestra múltiples diferencias. (Aristóteles 1994, p. 69).
El transcurso de los siglos, en el que durante gran parte de ellos el conocimiento de “el Filósofo” prevaleció sin discusión, nos lleva al pensamiento de Sigmund Freud que abundará al respecto y de quien citamos:
La impresión visual es la quemás a menudo despierta la líbido […]. El ojo, la zona erógena más alejada del objeto sexual, desempeña un rol particularmente importante en las condiciones en las que se realizará la conquista de dicho objeto, transmitiendo la cualidad especial de excitación que nos entrega la sensación de belleza.
La impresión óptica sigue siendo el camino más frecuente por el cual se despierta la excitaciónlibidinosa.
[…] el ojo […] puede ser estimulado (reizen) casi siempre, en la situación de cortejo del objeto, por aquella particular cualidad de la excitación cuyo suscitador en el objeto sexual llamamos “belleza” (Freud 1992, pp. 142, 191).

Complementando la peculiar narrativa de Freud, nos permitimos seguir a Aumont (2013) quien nos aclara que la pulsión escópica se diferencia de las pulsionesprimarias (inevitablemente asociadas al órgano correspondiente), dado que es “característica del psiquismo humano en cuanto abandona los instintos por las pulsiones” (Aumont 2013, p. 131), y además vincula la pulsión escópica con el mundo de las imágenes:
Es comprensible que este concepto de pulsión escópica, que implica la necesidad de ver y el deseo de mirar, haya encontrado una aplicación en elcampo de las imágenes. Pero, como en el caso general de los conceptos psicoanalíticos, es la teoría del cine (secundariamente, la de la fotografía) la que más ha desarrollado esta aplicación. Sin duda porque la teoría del cine, más reciente que de la pintura, ha chocado con menos inercia y reticencias en la adopción de conceptos recientes y provocativos, pero también porque el cine, que conjugaimagen visual y narratividad, articula más manifiestamente el deseo y las pulsiones (Aumont 2013, p. 131).
El enfoque psicoanalítico del estudio de la mirada, siempre siguiendo a Aumont, se ha centrado en las miradas, tanto las que en la imagen son representadas como lo que implican en la mirada del espectador; y también en la mirada del espectador, en tanto “satisfacción parcial de suvoyeurismo fundamental” (p. 133). Como aportes importantes de estos estudios, en el que el feminismo tiene centralidad, Aumont apunta la dicotomía entre los personajes femeninos y los personajes masculinos, y que, apoyándose en Laura Mulvey, “en el juego de la mirada espectatorial” es advertible la mujer en tanto imagen, y en cambio el hombre es “portador de la mirada” (p.133).
Abandonando el...