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LA RESURRECCION DEL WESTERN
Nominada en nueve categorías y ganadora de cuatro oscar en 1993, Sin perdón,
una película que reivindica el western para desmitificarlo, es el resultado de la ple-
namadurez de Clint Eastwood como director, actor y productor


CCLint Eastwood, con Sin perdón y Kevin Costner, con Bailando con lobos, se aventuraron en un genero que se creía desprestigiado.Curiosmente, lo hicieron con otros enfoques atípicos y muy personales. Arriesgaron y ambos les salió bien la apuesta. Gracias a ellos, el western, que tantos momentos de gloria había dado al cinenorteamericano, ha renacido de sus cenizas y otra vez se ha instalado con fuerza en la industria cinematográfica. Titulos como Geronimo, Tombstone, Cuatro mujeres y un destino, Maverickj, Wyatt Earp, Elultimo forajido o Passe confirman la pujanza de un genero que ha vuelto para quedarse. Sin embargo, alcanzar este buen momento no ha sido fácil. En el caso de Clint Eastwood, el cineasta californiano tuvoque recorrer un largo camino antes de llevar a la pantalla la profunda reflexión sobre la violencia que es Sin Perdon. Su carrera empezó como protagonista de la serie de televisión Rawbide, untrabajo que lo identifico con el western, pero que le creo un cierto sentimiento de frustración como actor. Lo supero trasladándose a Europa.
Despues de la experiencia italo-española de losspagetti-western de Sergio Leone (Por un puñado de dólares, El bueno y el feo y el malo, La muerte tenia un precio), el actor volvió a Estados Unidos, donde en 1968 creo su propia productora, Malpaso, y se dispusoa revitalizar el western. En Dos mulas y una mujer, que dirigió Don Siegel, Clint Eastwood creo un personaje especial para Shirley MacLaine con intención de dar mayor importancia a los papelesfemeninos en las películas del oeste.
Su personaje del inspector Calahan, un policía sin escrupùlos que el actor interpreto en Harry el sucio (1971), levanto una gran polémica. Eastwood pretendía dar un...