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20 de Enero del 2014
Querido señor Logan Henderson.
Se que usted no se da cuenta, que su nube de humo cuan loro de pirata lo acompaña en cada travesía,que argumenta la imposibilidad de dejarlo, que son pocos los que pudieron y que a esta altura de su vida no va a ponerse a hacer un esfuerzo. 

Se que no notael olor a cigarrillo en sus habitaciones, que no lo huele en su ropa ni en el auto, se que no cree en el fumador pasivo ni en la adicción que puede produciren el otro, se que te esta muy enojado en esta carta de la misma forma que te arruinas en tus pulmones. Aunque, lo que es peor, fumas las 24 horas del día ytus pulmones así están. Pero debo decirte algo. El cigarrillo no es más que un familiar ni que un amigo, no te acompaña en tus tardes de soledad o en tusnoches de insomnio, no te alienta en tus días de estudio ni te sigue en tus viajes matutinos sino que te mata en cada momento, en cada actividad que tu realizasdesde que abrís la marquilla hasta que la tiras. Quiero también aclarar que la gente te odia por que no puedes esperar ni un segundo para fumar por que teofendes cuando nos fumas, por que al besarte hueles mal, por que tus pulmones tienen menos vida que la Legrand, por que dejas tu cenizas en platos, vasos ymacetas, por que te quieres sentar afuera aun en invierno para saborear tu cigarro o por que en lo mejor de la charla te paras y salís a fumar, por que te mentísfumando unos habanitos de moda, por que te escondes de tus padres y sobre todo por que usas esos desodorante de ambiente asquerosos para tapar tu olor a faso.