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JESÚS: NADA MENOS QUE TODO UN HOMBRE[1]

Por Juan Stam

"Ecce homo", dijo Pilato, al entregar a Jesús a los judíos; "¡he aquí el hombre!" (Juan 19:5), a lo mejor sin entender el sentido más profundo de sus palabras. Pues la plenitud de lo que es un verdadero ser humano se dio en Jesús de Nazaret. Lo veremos en referencia al capítulo 19 de San Lucas. En este pasaje se destacan algunascaracterísticas de Jesús presente en una situaci6n difícil, peligrosa, problemática, dándonos un ejemplo del hombre nuevo y la mujer nueva:

Cuando llegaban ya cerca de la bajada del Monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: "¡Bendito el Rey, que viene en el Nombre del Señor;paz en el cielo y gloria en las alturas!" Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos." El, respondiendo les dijo: "Os digo que si estos callaran las piedras clamarían." Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: "¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!" Jerusalénsignifica la Ciudad de Paz, pero no conocía la paz ni lo que era para su paz, pueblo ciego. "Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. Yentrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, diciéndoles: "Escrito está: Mi casa es casa de oraci6n; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones." Y enseñaba cada día en el templo, pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle. Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba ensuspenso oyéndole" (Lc 19:37-48).

Aquí Jesús entra a Jerusalén al son de las alabanzas del pueblo, porque El es digno de alabanza; lo vemos entrar en el templo, el lugar más sagrado de esa Santa Ciudad y cometer el escándalo más increíble, cual era volcar las mesas y echar los animales y monedas por todos lados en ese sagrado lugar.

San Lucas es muy especial para los contrastes y estepasaje está lleno de ellos. Aquí vemos a Jesús llorar, porque él era el amor de Dios encarnado en una vida humana, pero a la vez lo vemos agarrar un látigo y luchar por la justicia de Dios. Es Dios y es hombre. Queremos ver con un poco de detalle esta humanidad de Jesús para luego hacer más énfasis en su deidad. Aquí entran realmente las cosas que nosotros consideramos problemáticas para nuestra vidahumana.

En primer lugar, Jesús lloró (19:41). Tenemos la idea muy equivocada de que un verdadero hombre no lleva lágrimas detrás de los párpados; pero este Jesús lloró. En la vida de Jesús vemos en más de una ocasión angustia, la máxima y más clara expresión de esa vivencia psicológica de la incertidumbre, de la preocupación profunda que llamamos angustia; si se quiere, la del nerviosismo,como en el huerto de los Olivos, cuando confiesa que no se siente seguro: "Padre si es posible que pase de mí esta copa", clamó Jesús ante su muerte. El lucha con su decisión de seguir adelante y vive la angustia; eso lo dice el texto. Uno de nuestros problemas es el de la angustia, esa inseguridad que experimentamos. A vecemos tenemos la idea de que hay algo de malo y pecaminoso en eso y nosculpamos por angustias que son sanas y normales. Recordemos que Jesús también las sentía.

La otra característica de Jesús que nos interesa en este momento es el enojo: algo muy humano y problemático que nos causa tantas dificultades y hace tanto daño. Y ahí se nos sube el mal carácter, haciéndonos perder el equilibrio. Más de una vez nos culpamos equivocadamente; a veces somos cobardes más bien...