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MENTES DIGITALES
En dos artículos publicados hace poco en El País,* Vicente Verdú muestra el cambio de mentalidad que separa a los jóvenes de sus padres y maestros. Se trata de una brecha generacional tal vez más profunda, y sin duda más extendida, que la de los años sesenta del siglo XX. Un número considerable de los adultos que en aquella época efervescente se apartaron de las costumbres yvalores de sus padres, sufren hoy una experiencia parecida con sus hijos y nietos, pero la brecha que en los sesentas era cultural y política, hoy es inseparable de las vertiginosas tecnologías de la información y la comunicación. Los adultos de los años sesenta rechazaron con disgusto el rock y el amor libre, y los de hoy ven con inquietud el influjo avasallante de Internet, los videojuegos y otrosartilugios, a los que atribuyen el desinterés de los jóvenes en los libros, la música y el arte del canon occidental. Como sucede en las grandes mutaciones, asistimos a un cambio de mentalidad y a la emergencia de una nueva temporalidad: “El tiempo que ahora discurre –señala Verdú– es incompatible con la majestad, la jerarquía y la lentitud. Es incompatible con la reflexión, la concentración y lalinealidad para ser, por el contrario, veloz, emocional, complejo e interactivo.”
Los profesores no logran transmitir la devoción por la cultura libresca a unos alumnos indiferentes e hipnotizados por las pantallas electrónicas. La escuela del último tercio del siglo XX no supo asimilar los estímulos de la fotografía, el cine, la televisión y la publicidad, que casi siempre fueron vistos comoformas degradadas de la cultura. Según Verdú, esta ceguera reaparece hoy en quienes no entienden que en la red brotan formas innovadoras de contar historias y plasmar imágenes, y que, en definitiva, “el mundo no regresará a la despaciosa lectura bajo la luz de gas, ni a los conciertos de cámara, ni a El castillo, de Kafka.”
Intelectuales y políticos formados en el paradigma productivista delcapitalismo, censuran el abandono de la ética del esfuerzo y la falta de respeto a la autoridad del maestro, dos presuntos males de los jóvenes de hoy. Según Verdú, combatir esos males con medidas disciplinarias sería inútil; los jóvenes reclaman recompensas sin esfuerzo pues han sido formados en la cultura del consumo, donde primero se obtiene la mercancía y luego se paga, un fenómeno opuesto al delviejo capitalismo, en el que el ahorro precedía a la adquisición del producto. La generación de Internet es proclive a la participación y la interacción, no a la obediencia de un jefe. Como en las empresas y en la ciencia, el grupo es más importante que el individuo distinguido: “No es un faraón del conocimiento quien imparte doctrina sino que la doctrina o el conocimiento se realizan encooperación (…) Quien no entienda esto será presa del pasado.” Vicente Verdú, quien ha llamado repetidamente la atención sobre el cambio civilizatorio que sacude a nuestra época, está convencido de que los efectos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación representan un cambio de paradigma que afecta nuestro modo de percibir, aprehender y organizar el mundo, un fenómeno evidente en elcampo educativo.**
Aporía es un término filosófico que significa una contradicción insoluble o una dificultad insuperable para el pensamiento. Verdú considera, por ejemplo, que las discusiones sobre las descargas libres de Internet representan una aporía, pues en una red que no cesa de crecer todo nace “multiplicado, copiado, replicado, pirateado, hasta el infinito (…) No hay diferencia algunaentre el original y su copia porque todo es simultáneamente una cosa y otra”. En mi opinión, también son aporías la búsqueda de recompensa sin esfuerzo o de conocimiento sin disciplina, así tengan una explicación antropológica, o la idea de que la configuración de conocimientos en colaboración desvanece el peso específico de las aportaciones individuales. No cabe duda de que las nuevas tecnologías...