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Los cuentos infantiles poseen una narración clara y tienen unasencilla comprensión. Con ellos no sólo mejoraremos la capacidad de comprensión del niño, sino también le ayudaremos a desarrollar su capacidad de comunicación. Además, aumentará y se desarrollará su vocabulario, su fantasía, su imaginación,… ¡¡y el amor por la lectura!!
Recuerda además que los cuentos infantiles hablan de aspectos reales de la vida y de luchas interiores dándoles una formaque las hacen menos aterradoras. Además, le ayudan al niño a situar lo que ellos sienten. Les ofrecen ayuda e ideas para resolver sus problemas. ¿Qué está bien o mal? ¿Es más ventajoso ser bueno o malo? ¿Cómo encontrar el amor al ser adulto? ¿Cómo crecer y ser más independiente? Los cuentos les proporcionan puntos de referencia sobre la conducta que hay que tener en la vidaEl niño que quería un arcoiris
Todos los días, Juanito volvía andando de la escuela por un verde y delicioso valle, en el que crecían las campanillas y pacían las ovejas. Siempre iba silbando. Juanito sabía silbar más canciones que todos sus amigos; se acordaba de todas las canciones que escuchaba porque había nacido en un molino, en el momento justo en que el viento cambiaba del sur al oeste. También podía ver cómosoplaba el viento, y esto es algo que muy poca gente puede observar.
El niño que queria un arco iris
Un día, al caminar hacia casa por el sendero, Juanito oyó al viento del oeste que se quejaba y suspiraba.
-¡Ay de mí! ¡Ay! ¡Oh, soplar y resoplar! ¡La he olvidado!
-¿Qué es lo que has olvidado, Viento? -preguntó Juanito, volviéndose para mirarlo. Estaba pardo, azul y tembloroso, y teníamanchas doradas.
-¡Mi canción! ¡He olvidado mi canción favorita!
Juanito silbó una melodía y preguntó al viento:
-¿Es ésta tu canción?
El viento se quedó encantado.
-¡Sí! ¡Esa es! ¡Qué listo eres, Juanito! -y revoloteó a su alrededor, jugueteando amable y despeinándole.
-Te haré un regalo -dijo, y siguió cantando la melodía que le había silbado Juanito-. Será un tesoro: una llave deplata y un rizo de oro.
Juanito no sabía para qué podían servirle estas cosas, de modo que se apresuró a decir:
-¡Oh, no! Por favor, preferiría un arco iris para mí solo.
Y es que, con frecuencia, en el cielo de aquel valle salían preciosos arco iris, aunque para Juanito siempre desaparecían demasiado pronto.
-¿Un arco iris para ti solo? Es difícil -dijo el Viento-. Muy difícil. Tomaun cubo y ve caminando por el campo hasta que llegues al Salto del Pavo Real. Llena el cubo de gotas de agua. Tardarás bastante. Pero cuando lo tengas lleno, encontrarás dentro algo que puede darte un arco iris.
Por suerte, el día siguiente era sábado. Juanito cogió su almuerzo y un cubo, y caminó por el campo hasta las cataratas, llamadas "Salto del Pavo Real", en donde el agua, al saltar porlas rocas, formaba unas gotitas que resplandecían con unos colores maravillosos, como los de un pavo real.
Juanito permaneció todo el día en las cataratas, recogiendo con el cubo las gotas de agua. Por fin, ya cuando se iba a poner el sol, tuvo todo el cubo lleno, justo hasta el borde. Entonces vio dentro del cubo algo que se movía de aquí para allá, y que relucía con los brillantes colores delarco iris.
Era un pececillo.
-¿Quién eres? -dijo Juanito.
-Soy el Genio de la catarata. Echame otra vez al agua y te recompensaré con un regalo.
-Sí -dijo el niño-, te echaré al agua, pero, por favor, ¿puedes darme un arco iris que me quepa en el bolsillo?
-iHmmm! -dijo el Genio-. Te daré un arco iris, pero no es fácil de guardar. Creo que ni siquiera conseguirás llevártelo a...
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