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Jllllll David Ferrer se proclamó campeón del Masters 1.000 de París después de derrotar en la final a Jerzy Janowicz en dos sets. El de Jávea, que está firmando unatemporada excepcional, ha visto cumplido uno de sus sueños al ganar un torneo grande. Premio a la constancia, el trabajo y la calidad de un hombre que, muchas veces a lasombra, se ha ganado por méritos propios ser protagonista principal.
El tenis hizo justicia con David Ferrer, un jugador que no podía colgar la raqueta sin disfrutar de un grantítulo en su currículo. A sus 30 años ha conquistado el primer Masters 1.000 de su carrera en París después de vencer en la final al polaco Jerzy Janowicz por un marcadorglobal de 6-4 y 6-2 tras una hora y veintiocho minutos de juego en un choque disputado en una abarrotada Pista Central de París-Berçy.
El mejor sacador contra el mejorrestador del torneo, si atendemos a la estadística. Los primeros juegos del choque se resolvieron siguiendo el guión previsto y con ambos jugadores dejando a las clarascuales eran sus armas. Ferrer apostaba por la contundencia, el juego desde el fondo de la pista, unas piernas eléctricas y la capacidad de ser omnipresente en su lado deltapete; Janowicz por un saque bestial que alcanzó los 236 km/h, una derecha plana descomunal y el recurso de la dejada que empezó a trabajar hace sólo tres meses y que lesirve como una alternativa más que efectiva. Llegado el momento caliente del set, ambos tuvieron sus opciones. Jerzy desperdició con su derecha la bola de break que tuvo enel noveno juego y David aprovechó con su revés para firmar la segunda bola de set que tuvo a continuación. Pequeños detalles que decantaron la balanza del lado español.