...ya soy bueno...
Guardándome la escena hasta ahora, tiempo después de entender como Jesús me va hablando en frases cortas, como lanzando parábolas de pocas líneas que podrían tomar una vida terminar de descifrarlas,leo un poco sobre este curioso citado personaje; buscador de la verdad, de pulcra moral y referente de referentes dentro de la iglesia que custodia la fe que profeso, inspira así a uno de los grandesDoctores de la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino el doctor angélico…
Pasaba entonces de rumiar a regurgitar, ahora sumando lo que al día siguiente nos decía el mismo autor de la Verdad, “Unhombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones,…”; empezaba a entender así, dibujando una cómplice sonrisa (del que entiende las necesarias tácitas palabrasgroseras, no pronunciadas por no inquietar entre dignas señoras y dirigidas a los atentos caballeros que siguen a la letra el anécdota narrado), la nueva lección al necio, este humilde ignorante que porpretender saber cuatro diferentes palabras para nombrar a una misma fruta, le intenta describir a quien la cultiva y de ella se alimenta, como es el sabor esta misma que aún no toca mis labios pero...
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