yerma
los pechos para que ellos mamen, para que ellos jueguen, hasta que no quieran más,
hasta que retiren la cabeza "... otro poquito más, niño... ", y se les llene la cara yel
pecho de gota blancas. YERMA. Pero yo no soy tú. Los hombres tienen otra vida: los ganados, los árboles, las conversaciones; y las mujeres no tenemos más que esta de la cría y el cuido de lacría.
YERMA. Yo no pienso en el mañana; pienso en el hoy. Tú estás vieja y lo ves ya todo tomo un libro leído. Yo pienso que tengo sed y no tengo libertad. Yo quiero tener a mi hijo en los brazospara dormir tranquila y, óyelo bien y no te espantes de lo que te digo, aunque yo supiera que mi hijo me iba a martirizar después y me iba a odiar y me iba a llevar de los cabellos por las calles,recibiría con gozo su nacimiento, porque es mucho mejor llorar por un hombre vivo que nos apuñala, que llorar por este fantasma sentado año tras año encima de mi corazón. Otro es el Desinterés de partedel marido de Yerma de ser padre “JUAN. Todo el mundo no es igual. ¿Por qué no te traes un hijo de tu hermano? Yo no me opongo. YERMA. No quiero cuidar hijos de otras. Me figuro que se me van a helarlos brazos de tenerlos. Este va acompañado del Machismo “¿Es que no conoces mi modo de ser? Las ovejas en el redil y las mujeres en su casa. Tú sales demasiado. ¿No me has oído decir esto siempre?aunque me miras de un modo que no debía decirte perdóname, sino
obligarte, encerrarte, porque para eso soy el marido. También esta el Sufrimiento de un ser humano ante algo que quiere “Alert...
Regístrate para leer el documento completo.