YERMA

YERMA. Libreto.
(Yerma está dormida con un bastidor de bordar en las piernas. Se despierta)
Yerma: Juan. ¿Me escuchas? Juan.
Juan: Voy.
Yerma: Ya es hora.
Juan: Hasta luego. (Va a salir)
Yerma: ¿No te vas a tomar un vaso de leche?
Juan: ¿Para qué?
Yerma: Trabajas mucho, tu cuerpo no puede resistir los trabajos.
Juan: Cuando los hombres adelgazan se vuelven fuertes como el acero.
Yerma:(Preocupada) Pero tú no. Cuando nos casamos eras otro. Ahora tienes la cara blanca, como si no te diera el sol. Te ves cada vez más triste y delgado.
Juan: ¿Has acabado? No tengo nada. Trabajo mucho, cada año seré más viejo.
Yerma: Cada año… seguiremos aquí cada año y sin hijos.
Juan: ¡Cállate! No tengo tiempo como para oírte de nuevo con eso. ¡Hay que esperar!
Yerma: Sí, esperar… (Abraza a Juan)
Juan: Sinecesitas algo me lo dices y te lo traigo. Ya sabes que no me gusta que salgas.
Yerma: Nunca salgo.
Juan: Estás mejor aquí.
Yerma: Sí.
Juan: La calle es para la gente desocupada. (Toma un montón de ropa y se lo pone en las manos a Yerma. Se retira)
Yerma; Claro… (Sombría)
(El marido sale y Yerma empieza a coser)
TELÓN------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
(Entra María, con una canasta llena de ropa)
Yerma: ¿De dónde vienes?
María: De comprar encajes, hilo, cintas y lana de color.
Yerma: Ah… te harás una blusa.
María: No, es porque… (Se sienta)
Yerma: ¿Qué?
María: Porque ¡ya ha llegado! (Con la cabeza baja)
(Yerma se levanta y queda mirándola con admiración)
Yerma: ¡Qué alegría! (Acerca su silla a lade María con curiosidad) ¿Y qué sientes?
María: Angustia.
Yerma: ¿De qué?
María: De lo que tengo que hacer.
Yerma: Pues, mira… No andes mucho y cuando respires hazlo tan suave como si tuvieras una rosa entre los dientes. ¿Qué ha dicho tu marido?
María: Nada. Pero se pones junto a mí y sus ojos tiemblan como dos hojas verdes.
Yerma: ¡Afortunada!
María: pero tú estás más informada de esto que yo.Yerma: ¿De qué me sirve?
María: ¡Es verdad! ¿Por qué será eso? De todas las novias de tu tiempo tú eres la única que…
Yerma: Es así. Dos años es demasiada espera.
María: ¡Vamos! Una tía lo tuvo a los catorce años de casada ¡y si vieras qué hermosura de niño! Además, se dice que con los hijos se sufre mucho.
Yerma: (Enojada) mentira, eso dicen las madres débiles, las quejumbrosas. ¿Para qué lostienen? Tener un hijo no es como tener un ramo de rosas.
María: Lo veremos. (Cambiando de tema) Como tú coses tan bien.
Yerma: Trae. Te cortaré las ropitas (Toma la canasta)
María: Hasta luego.
Yerma: (Sonriente) Ten cuidado por la calle.
María: Adiós (La besa, sale)
(Aparece Víctor)
Víctor: ¿Y Juan?
Yerma: En el campo.
Víctor: ¿Qué coses?
Yerma: Unos pañales.
Víctor: (Sonriente) Si es niña le pondrástu nombre.
Yerma: ¿Cómo?
Víctor: Me alegro por ti.
Yerma: No… no son para mí. Son para el hijo de María.
Víctor: Bueno, pues a ver si con el ejemplo te animas. En esta casa hace falta un niño.
Yerma: Hace falta…
Víctor Pues adelante. Me voy (Sonriente)
Yerma: Adiós. (Comienza a coser con los ojos fijos en un punto)(La luz se torna más oscura)
TELÓN------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
(Campo. Sale Yerma, trae una canasta. Sale la vieja)
Yerma: Buenos días.
Vieja: Buenos días a la hermosa muchacha. ¿Dónde vas?
Yerma: A llevar la comida a mi esposo que trabaja en los olivos.
Vieja: ¿Llevas mucho tiempo casada?
Yerma: Tres años.
Vieja: ¿Tienes hijos?
Yerma: No.
Vieja: ¡Bah! Ya los tendrás.
Yerma: ¿Ustedcree?
Vieja: ¿Por qué no? (Se sienta). También yo iba a llevarle comida a mi esposo, es viejo. Todavía trabaja. Tengo 9 hijos pero como ninguno es mujer, aquí me tienes, de un lado para el otro.
Vieja: ¿De qué familia eres?
Yerma: Soy hija de Enrique, el pastor.
Vieja: ¡Ah! Enrique el pastor. Lo conocí. Buena gente. Levantarse, sudar, comer unos panes y morirse. Ni más juego, ni nada.
Yerma:...